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Melilla comienza una semana política clave con la Presidencia de la Ciudad Autónoma en juego

Enfrentamiento entre Imbroda y De Castro

El PP asegura que el viernes 13 de marzo es el límite para convocar la mesa para la destitución de De Castro pero el presidente no opina lo mismo

Melilla se adentra en una semana política que podría ser clave hasta el punto de afectar a la Presidencia de la Ciudad Autónoma si, tal y como asegura el PP, la Mesa de la Asamblea está obligada a reunirse antes del viernes 13 de agosto, después de que registrara una petición oficial de acuerdo con el Reglamento. Sin embargo, Eduardo de Castro no es la misma opinión y asevera que dicho encuentro, en el que los populares piden no solo cesarle como diputado de Ciudadanos (Cs) sino también plantear su destitución como presidente de la Ciudad una vez que se convierta en “diputado no adscrito”, de acuerdo con el pacto antitransfuguismo y el propio reglamento, que establecen que no puede ocupar cargo electivo.

Esta situación se arrastra desde hace más de dos semanas, concretamente desde que el pasado viernes 23 de julio se registrara en la Asamblea de Melilla la comunicación oficial de Cs, firmada por su número dos a nivel nacional, Marina Bravo, en la que desvelaba que Eduardo de Castro dejó de pertenecer a Cs a todos los efectos  el 30 de marzo de 2021 y que desde entonces le han solicitado, sin éxito, que entregara su acta de diputado para que el siguiente en la lista pasara a representar al partido.

Al respecto, Bravo admitía que, ante la falta de respuesta del melillense, pide oficialmente a la Asamblea de la Ciudad el cese de Eduardo de Castro como parlamentario naranja y que este pase a ser «diputado no adscrito con la consecutiva pérdida de derechos políticos y económicos, previsto en el artículo 73.3 de la Ley de Base de Régimen Local».

Ello dio origen a la convocatoria de una Mesa de la Asamblea el lunes 26 julio, con un único punto del orden del día: “Cese de Eduardo de Castro como diputado de Cs”. Sin embargo, el todavía presidente de la Ciudad, apoyado por su socia de gobierno, la cepemista Dunia Almansouri –suman dos votos en la Mesa Asamblea frente a uno del PP–, aprobaron dejar sobre la mesa dicho punto hasta que el juzgado responda a la solicitud formulada por De Castro de «medidas cautelarísimas», al sostener que si cesaba de manera inmediata, se produciría «un daño irreparable» si finalmente consigue ganar el litigio por la denuncia que va a presentar por una presunta «vulneración de derechos fundamentales» contra la decisión de Cs de expulsarle del partido. Las “medidas cautelarísimas” también se están haciendo de rogar y 15 días después aún no hay pronunciamiento judicial.

El PP avisa con el juzgado

El PP, ante esta negativa de De Castro de aceptar la decisión de su partido a nivel nacional de expulsarlo del partido, formalizó cinco días después, concretamente el viernes 30 de julio, la petición de celebración de la Mesa de la Asamblea para instar al cese de Eduardo de Castro como presidente de Melilla.

Según el documento registrado en la Asamblea por el PP, «cuando un miembro de un partido político que ostenta un cargo electivo es expulsado por dicho partido y se ha puesto este hecho en conocimiento de la administración, no queda condicionada su efectividad a que un tribunal de justicia ratifique la expulsión».

A juicio de los populares, «ello llevaría al absurdo de dejar en manos de la persona objeto de expulsión, la efectividad de la misma. Podría, por ejemplo, estar interponiendo recursos judiciales de todo tipo e índole ante todos los tribunales que considerara oportuno, aduciendo estas tramitaciones para hacer inefectiva la aplicación de la expulsión y burlar de manera consciente y fraudulenta la aplicación del ordenamiento jurídico, en este caso, del Reglamento de la Asamblea de Melilla».

Al respecto, ha advertido que «actualmente, De Castro estaría incurriendo, de continuar en esta situación, en una flagrante violación del Reglamento de la Asamblea» e incluso ha visado que de «aferrarse al cargo de presidente en contra de lo dispuesto en el ordenamiento jurídico, y retorcer el derecho efectuando un uso fraudulento del mismo para su exclusivo interés, podría llegar a ser constitutivo, al menos, de un presunto delito de prevaricación».

Remodelación del Gobierno

Eduardo de Castro no se ha dado por aludido ante las amenazas de demandas del PP y no solo opina que la decisión de convocar la Mesa de la Mesa no la pueden adoptar los populares, aunque presenten un escrito solicitándola de acuerdo con el Reglamento de la Ciudad Autónoma, sino que incluso en este periodo de incertidumbre política ha remodelado su ejecutivo con la ampliación de 8 a 10 consejerías, al introducir en el Consejo de Gobierno a la cepemista Cecilia González y a la socialista Paqui Maeso. 

PSOE y CPM respaldan en su postura a De Castro al considerar que “no hay razones» para su cese al poner de relieve que Cs «no llegó a formar grupo parlamentario», al haber conseguido un único diputado en las elecciones de 2019 y por ello «el señor De Castro fue elegido presidente cuando formaba parte del Grupo Mixto».

Así está la situación en la actualidad, pero todo puede cambiar esta semana o no, y continuar con esta tesitura de incertidumbre en la principal institución de Melilla.

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Redacción

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