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Melilla ciudad laboratorio

Pactos: dentro de cuatro años los pactistas deberán exponer los resultados de su gestión al veredicto de los votantes. Es casi una tautología, una verdad en sí misma, una proposición que siempre es verdadera debido a su estructura lógica. Lo mismo de cierto como que los pactos de hoy pueden ser la maldición de mañana.

Si seguimos considerado a Melilla como una ciudad laboratorio de España -eso es lo que es, como nos dicen la historia y nuestra experiencia local- deberíamos concluir que hay pactos, como el de CpM y el PSOE en Melilla durante los últimos cuatro años, catastróficos para los partidos firmantes y, sobre todo, para los ciudadanos votantes, que acaban de decidir que esos dos partidos pasen a ser prácticamente insignificantes en nuestra ciudad, al menos para los próximos cuatro años, quizás para siempre.

Si nos centramos en el importante concepto de ‘Melilla ciudad laboratorio’, utilizo Inteligencia Artificial, le pregunto y me dice:

“Melilla es una ciudad autónoma española situada en la costa norte de África, y debido a su particular ubicación geográfica, podría considerarse como un lugar interesante para desarrollar proyectos piloto o experimentos en diferentes áreas. A continuación, exploraremos algunas posibilidades de cómo Melilla podría ser utilizada como una ciudad laboratorio:

Tecnología y energías renovables: Melilla podría convertirse en un centro de investigación y desarrollo de tecnologías limpias y energías renovables. Dada su abundante exposición al sol, podría ser un lugar ideal para probar nuevas tecnologías solares, como paneles fotovoltaicos de última generación o sistemas de almacenamiento de energía.

Movilidad sostenible: Melilla podría servir como un entorno de pruebas para soluciones de movilidad sostenible. Se podrían introducir vehículos eléctricos en la ciudad, implementar sistemas de transporte público eficientes y experimentar con infraestructuras para fomentar el uso de bicicletas y peatones.

Agricultura y acuicultura: Dado su clima y ubicación costera, Melilla podría ser un lugar interesante para experimentar con técnicas agrícolas innovadoras, como la agricultura vertical o la hidroponía. Además, podrían desarrollarse proyectos de acuicultura sostenible que aprovechen los recursos marinos de la región.

Turismo sostenible: Melilla podría enfocarse en el desarrollo de un turismo sostenible y responsable, implementando medidas para preservar su rica biodiversidad y proteger su entorno natural. Se podrían realizar proyectos piloto para reducir el impacto ambiental del turismo, como el uso de energías renovables en hoteles y la promoción de actividades turísticas respetuosas con el medio ambiente.

Innovación social: Melilla es una ciudad multicultural con una gran diversidad de culturas y tradiciones. Podría ser un lugar ideal para promover la innovación social y la integración, desarrollando proyectos que fomenten la convivencia entre las diferentes comunidades y que impulsen la economía local.

Es importante tener en cuenta que para convertir a Melilla en una ciudad laboratorio en cualquiera de estas áreas, sería necesario contar con el apoyo de instituciones gubernamentales, inversores y comunidades locales. Además, se deberían establecer mecanismos de seguimiento y evaluación para medir el impacto de los proyectos y garantizar su viabilidad a largo plazo”.

Hasta ahí lo que me sugiere la IA, hoy ya tan de moda. Hay muchas más cosas que se pueden hacer para cambiar la moribunda economía de Melilla, además de aprovechar su característica de ciudad laboratorio, con dos pre requisitos indispensables: Libertad y Conocimientos económicos (no burocracia).

Literatura

Leer no es perder el tiempo, es ganarlo. Conviene recordar y leer a los españoles

Premios Nóbel de Literatura: Jose Echegaray, en 1904. Jacinto Benavente, en 1922. Juan Ramón Jiménez, 1956. Vicente Aleixandre, 1977. Camilo José Cela, 1989. Mario Vargas Llosa -peruano y español- en 2010. También a los escritores en español que ganaron Premios Nobel: Gabriela Mistral, chilena, 1945. Miguel Ángel Asturias, guatemalteco, 1967. Pablo Neruda, chileno, 1971. Gabriel García Márquez, colombiano, 1982. Octavio Paz, mejicano, 1990.

Leí estos días a Juan Ramón Jiménez y su libro de tan asombroso título, “La soledad sonora” : “Soledad coronada de rosas, quién pudiera/aprisionar tu cuerpo de sol y de armonía”. Recuerdo otro de sus libros, para niños y mayores: “Platero y yo“: “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo algodón… Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro”. Juan Ramón Jiménez nunca fue un best seller, un super ventas, pero su sensibilidad bien mereció el Premio Nobel, parte de la gloria literaria de nuestra patria.

Frases

Hay pactos, como el de CpM y el PSOE en Melilla durante los últimos cuatro años, catastróficos para los partidos firmantes y, sobre todo, para los ciudadanos votantes

Hay muchas más cosas que se pueden hacer para cambiar la moribunda economía de Melilla, además de aprovechar su característica de ciudad laboratorio, con dos pre requisitos indispensables: Libertad y Conocimientos económicos (no burocracia)

Leer no es perder el tiempo, es ganarlo

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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