La ausencia de Vox en la lectura del manifiesto institucional, que votó en contra por considerarlo un conjunto de “palabras políticamente correctas” que no soluciona la violencia de género, ha sido la nota más destacada en un acto emotivo que ha contado con numerosas autoridades políticas, civiles y militares
«¡Basta ya!»
Con este ímpetu y energía, la diputada de Coalición por Melilla (CPM), Fatima Mohamed Kaddur, ha alzado la voz y puesto el grito en el cielo por todas aquellas mujeres que han sido víctimas de violencia de género y que este viernes 24 de noviembre, víspera del 25N, se les ha rendido homenaje a todas ellas en Melilla con un emotivo acto frente a las puertas del Palacio de la Asamblea que ha contado con la asistencia de numerosas autoridades civiles, políticas y militares a excepción de Vox, cuyos diputados han acudido a un acto de la Fundación DENAES (Defensa de la Nación Española) en Sevilla.
No obstante, el partido que preside José Miguel Tasende ya dejó claro hace un par de semanas su intención de no respaldar el acto institucional de la lectura del manifiesto por el 25N cuando su grupo votó en contra de la aprobación del texto por considerarlo como un conjunto de “palabras políticamente correctas” mientras la violencia de género no se soluciona porque va en aumento..
Aun así, la ausencia de Vox no ha deslucido un acto emotivo en el que Melilla entera, al igual que Kaddur, ha «alzado la voz» un año más contra la violencia de género y «en la defensa de la igualdad de oportunidades, cuestiones ambas que no son monopolio de nadie ni de ninguna ideología».
«Son una convicción, un valor y un compromiso compartido por todos y todas. Una cuestión de Estado que afecta a toda la sociedad española. Así lo entendimos al alcanzar, de manera conjunta, el Pacto de Estado contra la violencia de género, guía por la que debemos seguir trabajando y avanzando», según reza el manifiesto, que ha sido leído por la viceconsejera de Igualdad y de la Mujer, Fadwa Abelhadj; la consejera de Presidencia, Administración Pública e Igualdad, Marta Fernández de Castro; la diputada cepemista Fatima M. Kaddur; la líder del grupo socialista, Gloria Rojas; y el diputado del Grupo Mixto Amin Azmani (Somos Melilla).
Muestras «terribles»
Todos y cada uno de ellos han lanzado un llamamiento «a todas las mujeres y a todos los hombres a sentir y defender la igualdad en primera persona». «No hay igualdad si hay una sola victima de violencia machista», subrayan. Por eso, la erradicación de lo que a día de hoy continúa siendo «uno de los desafíos más urgentes de nuestra sociedad en materia de derechos humanos y valores democráticos» debe ser «uno de los grandes retos como sociedad, como lo es la obligación de todos los poderes públicos por promover las condiciones necesarias a fin de que la libertad y la igualdad de las mujeres se hagan efectivas y reales».
Y es que las cifras que arroja la violencia machista no son para nada halagüeñas. 1.237 mujeres asesinadas en España desde que se empezaron a contabilizar los datos en 2003, 52 en lo que llevamos de año a manos de sus parejas o exparejas, y una menor por violencia vicaria, la expresión «mas cruel» de la violencia de género; 51 menores de 18 años han quedado huérfanos en este año, 428 desde 2013.
Otra muestra «terrible» de esta violencia machista la señala la Fiscalía General del Estado: un incremento del 31,5% de los delitos contra la libertad sexual en lo que va de año, y un aumento del 2,86% en lo referente a o los abusos sexuales contra víctimas menores de 16 años. Así como advierten del aumento de los delitos contra la libertad sexual a través de Internet «y aquellos que se perpetran en el entorno lúdico mediante la insumisión química».
«Se acabó»
Ante esta realidad desoladora, la Asamblea de Melilla ha reafirmado «su compromiso» por seguir trabajando para «concienciar y sensibilizar a la sociedad melillense» en este ámbito, por fortalecer la formación y la especialización de los profesionales intervinientes, implicar a la comunidad educativa, reforzar «todos los mecanismos de prevención, atención, apoyo y protección a las mujeres víctimas de violencia», promover «la esencial implicación» de los medios de comunicación y por trabajar «desde la unidad».
«Se acabó silenciar las violencias machistas, se acabó mirar para otro lado, se acabó ocultarla, se acabo invisibilizarla, se acabó negarla. Solo así seremos más fuertes para conseguir erradicarlas de nuestra sociedad».
