El Hotel Tryp Melilla Puerto acogió ayer el noveno acto institucional organizado, a través de la Viceconsejería de Festejos y la Comunidad Israelita melillense, para celebrar el Januká, la fiesta de las luces, con el encendido del candelabro de ocho brazos. Un acto en el que participaron las primeras autoridades de la ciudad, como el presidente Juan José Imbroda, la delegada del Gobierno Sabrina Moh y el comandante general José Miguel de los Santos, así como representantes de distintas confesiones religiosas, entre ellos el nuevo vicario episcopal Eduardo Resa. Como inicio de la velada, el rabino principal de Melilla, Yamín Bitán, procedió al encendido de las primeras luces de la janukía, el gran candelabro ceremonial utilizado en esta fiesta, acompañado por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda y el de la Comunidad Israelita, Jaime Azancot. También se invitó a participar en el encendido al delegada del Gobierno, Sabrina Moh y al comandante general José Miguel de los Santos. También subieron los representantes de las distintas confesiones melillenses, como el presidente de la comunidad hindú o el nuevo vicario episcopal.
La fiesta del Januká, la de las luces, recuerda cuando los macabeos reconquistaron el templo de Jerusalén y expulsaron a los griegos en el siglo dos antes de nuestra era. Para celebrarlo se buscó aceite para encender las luces de la janukía pero sólo encontraron un dedal que serviría para un día, pero milagrosamente duró ocho, tiempo suficiente para completar el proceso de extracción de aceite puro de las aceitunas.
Juan José Imbroda, por su parte, destacó la convivencia entre las distintas comunidades religiosas sin más problemas que los de la vida diaria porque para los melillenses "es algo normal, porque hemos crecido y vivido todos juntos".
La primera autoridad melillense felicitó a todos los miembros de la comunidad judía de la ciudad y aseguró a los presentes que cada año enciende en su casa una vela en una menorá.
El evento contó con música en directo.
