La Consejería de Medio Ambiente trabaja por "mejorar" la salinidad del agua de Melilla, algo que se debe, bien a la bajada de los acuíferos, bien a la captación "tremebunda" por parte de Marruecos. Así al menos lo indicó ayer el consejero José Ángel Pérez Calabuig, que respondió así al presidente de PPL, Ignacio Velázquez, que aseguró días atrás que el agua de Melilla sólo fue potable en 2013 durante el mes de abril, según un informe al que había tenido acceso tras ser filtrado desde el PP. El consejero dijo que este informe no ha sido pagado ni recepcionado por la CHG. El consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, explicó ayer que la alta salinidad del agua de Melilla se debe, bien a la bajada de los acuíferos, bien a la captación "tremebunda" por parte de Marruecos, ya que en la ciudad "se gasta mucho menos de lo que se gastaba hace años".
Pérez Calabuig afirmó que, pese a "estar al límite", el agua de Melilla se puede beber. "Los pozos, desde hace mucho tiempo atrás, tenían una salinidad que andaba por los 2.500 microsiemens", expuso el consejero, que señaló que, con el paso de los años, la salinidad llegó a alcanzar los 4.000 microsiemens.
Esto dio lugar, relató el responsable del área de Medio Ambiente, a una "petición reiterada" de que se tenía que hacer una desaladora en Melilla para buscar agua "paralela a la de los pozos", unos pozos que se están vaciando.
Pérez Calabuig apuntó al respecto que existe un convenio suscrito entre la Consejería de Medio Ambiente y el Instituto Geológico Minero para estudiar los acuíferos de Melilla y de Nador. El objetivo es saber la vida que pueden tener estos acuíferos. "Parados no estamos", dejó claro el consejero, que avanzó que cuando funcione el cuarto módulo de la desaladora, ya pedido al Gobierno de España, los pozos quedarían parados.
"Si ahora mismo tenemos 21.000 metros cúbicos al día, con el cuarto módulo tendríamos 30.000, con lo que se abastecería Melilla entera y se dejarían los pozos parados", comentó el consejero de Medio Ambiente, que afirmó que, según conversaciones con el Ministerio de Medio Ambiente, esta obra se podría licitar este año con cargo a los fondos Feder 2014-2020.
Analíticas diarias
Pérez Calabuig aseveró que todos los días se hacen analíticas de agua en Melilla, de los pozos, de las fuentes y de los grifos repartidos por las calles. "Es obligatorio", resaltó el consejero, que indicó que si el Ministerio de Sanidad "algún error superior a lo admisible para beber agua, echarían las analíticas para atrás".
"Hace muchos años, cuando no existía la desaladora, a veces nos pegaban un toque porque la conductividad era muy alta", subrayó el responsable de Medio Ambiente, quien, eso sí, hizo hincapié en que el objetivo de la Consejería es "seguir mejorando".
Respuesta a PPL
Con todo ello, José Ángel Pérez Calabuig respondió al presidente de Populares en Libertad (PPL), Ignacio Velázquez, que aseguró haber tenido acceso a un informe, filtrado a la formación por miembros del Partido Popular (PP), que recogía que el agua de Melilla sólo fue potable en 2013 durante el mes de abril.
Según el consejero de Medio Ambiente, es un informe que sólo tienen cuatro personas, si bien a Pérez Calabuig no le preocupa que esté en la calle por cuanto los datos son erróneos. Es más, adelantó que incluso la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no ha pagado ni recepcionado ese informe, por lo que "no tiene validez ninguna". “El informe no me preocupa porque no está bien”, sentenció.
En este sentido, el consejero aseveró que Velázquez dio "datos técnicos erróneos". En concreto, se refirió al hecho de que el líder de PPL dijera que en Melilla se consumen 475 litros por habitante y día. Sin embargo, en palabras de Pérez Calabuig, cada melillense gasta 310 litros por habitante y día.
Finalmente, el consejero de Medio Ambiente informó de que el año pasado se consumieron en Melilla 12 millones de metros cúbicos, y avanzó que la relación entre el agua captada y la facturada está ya al 50 por ciento, desmintiendo así a Velázquez, que apuntó que el porcentaje entre lo que se produce y lo que se factura es del 33 por ciento, mientras que la media nacional es del 70 por ciento.
