Si hay algo que me entusiasma, es que un político en su partido, sea díscolo; si por díscolo no se hace la contra, sino que, se plantee la realidad que hay, sin esas demagogias y peloteos que se suelen hacer al "jefe". Y es que, la realidad regional y nacional nos exige ser claros y contundentes en las legales causas autonómicas, sin trabas ni ambages que dificulten el bien hacer de unos y de otros. La realidad existente en Melilla, así lo exige, y no podemos dejar que ciertos intereses particulares jueguen a la confusión del País, intentando que, por otros servicios ocultos de terceros a otros intereses, se ignore la realidad de la defensa de los intereses ciudadanos españoles, como pueda ser el territorio, la demografía, la sanidad, el orden, la seguridad, la legalidad vigente y como no, la frontera.
Teniendo en cuenta que, ante la falta de reconocernos como realidad de frontera ultraperiférica europea, por parte de nuestros acompañantes, en eso que se dice la UE, estamos por un lado abandonados y por otro nos atan de pies y manos, (ejemplo lo tenemos ayer en el salto de africanos de sur, ante la actitud de colegio que han tenido que tomar las fuerzas de orden) a la vez que sólo nos hablan de mafias, mientras hacen negocios con gobiernos corruptos desde su época colonial. Pues bien, incluso reconocida ésta frontera como tal periférica, nunca deberá estar por encima de lo nacional. Lo curioso es que, sin reconocernos ultraperiféricos, impone Estrasburgo su opinión, sobre la guarda de la frontera nacional, y nosotros tragamos y tragamos, y maltratamos a nuestras fuerzas de seguridad. Claro que, a la vista de lo pasado en Madrid y de las virulentas agresiones de los sin creencia, con todo tipo de mañas, pedradas y lanzas, y no con porras de goma y escudos de plástico, hace que veamos las escaladas ajenas en la valla fronteriza ¡como de derechos humanos!… ¿Estamos idiotas o qué? Y que curioso es el que, sean en momentos de petición o reclamación que hace Imbroda, cuando salta la espita… palazonera.
Pero a lo que íbamos de Imbroda; me gustó, no solo lo que dijo y como lo dijo, sino que su porte elegante y familiar, dejó sello de un estilo melillense. Esto, no quiere decir que yo sea gay "lo que me faltaba", sino que debiera presentarse más en el Senado y proponer y proponer, e incluso ¡exigir!, como hace la contra y los sin fe ¡exijo que!…
Ha decir verdad, como me gustó el traje que llevaba, fue la rúbrica de todo un poderío. De color y corte elegante, enseñando lo suficiente sus puñetas ¿querría él decir algo?… Hasta el nudo de la corbata estaba guai, haciendo compañía su color. En fin, dio el golpe, que de casta le viene al galgo. Otra cosa es lo de las europeas, ya que estamos de la UE financiera, hasta las narices, y no digamos de Estrasburgo, de Schengel o de Maastricht. Así que, muy bonito nos lo tienen que poner para… Y a usted, cómo se lo tienen que poner los otros europeos.
