Más de 1.200 inmigrantes han intentado saltar la valla fronteriza de Melilla en los primeros seis meses del año 2016, de los cuales sólo 56 han conseguido entrar en España por esta vía. A ellos se suman otros 438 subsaharianos que han accedido a la ciudad de manera irregular escondidos en dobles fondos de vehículos, el método más efectivo, hoy por hoy, para los inmigrantes que intentan alcanzar Europa. La Guardia Civil dio a conocer ayer estos datos, correspondientes a la primera mitad del año, coincidiendo con la visita a Melilla del director general del Cuerpo, Arsenio Fernández de Mesa, que asistió a la toma de posesión del nuevo jefe de la Comandancia en nuestra ciudad, el coronel Antonio Sierras. El director general de la Guardia Civil aprovechó su estancia en Melilla para mantener una reunión de trabajo con los mandos del Cuerpo en nuestra ciudad, en la que se le explicaron todos los asuntos relativos al trabajo del Cuerpo en todas sus competencias.
Los principales cometidos de la Guardia Civil en Melilla se centran en la seguridad ciudadana, la lucha contra la inmigración irregular y el tráfico de drogas, así como el terrorismo yihadista. Para ello, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla cuenta con más de 600 efectivos, distribuidos en las especialidades de Seguridad Ciudadana, Servicio Fiscal, Equipo de Protección de la Naturaleza (Eprona), GEAS, Servicio de Información y Policía Judicial, entre otras.
Además, en la actualidad hay destacados 60 miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) dedicados a la protección del perímetro fronterizo, lo que supone tres Módulos de Intervención Rápida (MIR) destacados en Melilla para la lucha contra la inmigración clandestina, que fue uno de los asuntos clave que abordó Fernández de Mesa en este encuentro.
Según el Instituto Armado, en la zona fronteriza con Marruecos se produce el intento de entrada irregular de inmigrantes vulnerando el perímetro fronterizo a través de la costa o por los pasos fronterizos, y los sistemas de entrada irregular a la ciudad de Melilla “son diversos”. Entre los más significativos o habituales se encuentra la vulneración del vallado fronterizo, además de los intentos de entrada a pie o a nado por la costa, a través de los acantilados de Aguadú o Dique Sur, y en embarcaciones, balsas o a nado.
Pero la vía que se está saldando con un mayor número de entradas hasta el momento en Melilla es la que ofrecen los vehículos, escondidos en doble fondo, en la zona de carga o en espacios de carrocerías. Durante los 6 primeros meses de este año se ha producido la entrada de 438 subsaharianos por este método, que implica un enorme gasto para los inmigrantes que se ponen en manos de las mafias de tráfico de seres humanos.
Tráfico de drogas
El tráfico de drogas a través del puerto comercial con destino peninsular constituye otro de los tipos de delincuencia habitual a los que debe hacer frente la Guardia Civil. En los últimos cuatro años, este cuerpo de seguridad ha intervenido casi 35 toneladas de hachís ocultas en vehículos, enseres o adosada al cuerpo, lo que supone una media de 8,7 toneladas anuales. También ha detenido por esta causa a 652 personas, con un promedio de 163 personas cada año.
Entre las principales operaciones que ha llevado a cabo este año la Guardia Civil en Melilla están la operación “Spax” en la que se desarticuló un grupo criminal dedicado a introducir grandes cantidades de droga en la península para su posterior distribución en países europeos, y la operación “Aromis”, que permitió la detención de 13 integrantes de una red dedicada a introducir inmigrantes ocultos en dobles fondos de vehículos nacionales.
