“Afable y humano”, cualidades que destacaron del presidente de la Sección 7ª de la Audiencia Provincial, que dedicó la Cruz de San Raimundo de Peñafort a su mujer y especialmente a sus nietos

Martín Tapia es homenajeado por “contribuir a mejorar la Justicia en España y Melilla”

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El presidente de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga, José Luis Martín Tapia, recibió ayer la Cruz de San Raimundo de Peñafort. En un acto presidido por el presidente del TSJA, se destacaron las cualidades profesionales y humanas del magistrado, que, ante su inminente jubilación, aseguró haber trabajado lo mejor que había sabido, intentando encontrar la solución más acorde a la ley. Dedicó el homenaje especialmente a su esposa y nietos. Para Lorenzo del Río, el juez “ha contribuido a mejorar la Justicia en España y en Melilla”. En 1944, se publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el decreto de 23 de enero (festividad de San Raimundo de Peñafort, patrono de los juristas) por el que se creaba la Cruz de San Raimundo de Peñafort para recompensar hechos distinguidos o relevantes, de carácter civil, en el campo del Derecho. Así es como comenzaba el acto ayer, recordando en qué consiste la distinción, que se otorga para premiar los servicios prestados y la contribución al desarrollo y perfeccionamiento del Derecho y la Jurisprudencia.

“Humanas y profesionales”
El magistrado Manuel Torres Vela, vocal del Consejo General del Poder Judicial, recordó la trayectoria de José Luis Martín Tapia, que llegó a Melilla en febrero de 2006, para hacerse cargo de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga. Habiendo compartido profesión en la ciudad andaluza con él, aseguró sentirse muy satisfecho de que el magistrado recibiera esta distinción, por sus años de entrega, tanto como secretario judicial, como más tarde de juez. Destacó las cualidades "humanas y profesionales" que hacen al granadino merecedor de la distinción, "plenamente justificada" por más de cuarenta años de dilatada experiencia.

Fueron "muchos" los compañeros que apoyaron la concesión a José Luis Martín Tapia, "como los que están hoy aquí". La Sala de Vistas número 7 de las Torres V Centenario se quedó pequeña para todos los que quisieron acompañar al magistrado en su reconocimiento. Lo definieron como "afable, sencillo y humano". El homenajeado comenzó dando las gracias por lo que suponía un "altísimo honor", que, consideraba, no merecía. Agradeció especialmente a los que vinieron de forma expresa desde otras partes de España para acompañarlo en un día tan importante, así como hizo una mención especial a su esposa, por quitarle tiempo para dedicarlo al trabajo. "No me siento merecedor" de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, insistió el magistrado. "No puedo terminar sin dedicar un especial recuerdo a mi padre, que tanto habría disfrutado hoy". Pese a llevar más de 40 años trabajando, aseguró que siempre lo había hecho "con ilusión, y, a veces con apasionamiento, tratando de buscar la solución más acorde a la ley, huyendo de rigorismo exacerbante". No sé si lo habrá conseguido, pero he desarrollado mi trabajo lo mejor que he sabido y podido, contando en todo momento con una magnífica plantilla de funcionarios, esto es impagable, a ellos y a todos quiero haceros partícipes de este honor, a mi esposa, hijos, hermanos, y singularmente, a mis nietos, que son mi verdadero tesoro". Tras recibir la distinción y pronunciar estas palabras, cerró el acto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Lorenzo del Río mostró su satisfacción por la distinción a Martín Tapia, asegurándole que el tiempo y su inminente jubilación no lo hacían merecedor de la Cruz, sino su trabajo y su bondad. "Eres buen juez", algo que casa con las cualidades personales del magistrado, según defendió Lorenzo del Río, "síntomas de un buen juez, solvente, responsable y eficaz". Para el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el homenajeado, José Luis Martín Tapia es "un ejemplo" para la profesión, que "ha contribuido a mejorar la Justicia en España y en Melilla", dando "lo mejor" de sí mismo. Así terminaba el acto, que contó con la presencia no sólo de abogados y jueces, también de autoridades (el delegado del Gobierno, el presidente de la Ciudad Autónoma y el comandante general) y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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