Ventana pública

Manifestación violenta y vergonzosa en defensa de la Indignidad

Lo del sábado pasado en Madrid como aquellas otras violentas jornadas de "FACHADOLID" vienen a recordarme, inevitablemente, el conocido chiste de Jaimito, cuando corrió hacia su mamá, para decirle que su hermanito se había "hecho mierda", y ésta le amonestó severamente diciéndole que se decía "caca", pero Jaimito le respondió, rápido: ¡No mami, es que se ha caído por el hueco del ascensor! Dolorosamente España, hoy por hoy y se mire donde se mire, …!Está hecha también una mierda! ¡Perdón, CACA, como recomienda la mamá de Jaimito! Aún recuerdo con suma nitidez "aquellas ruidosas protestas" de los sindicatos docentes de nuestra Ciudad, apoyados por las propias familias de los alumnos de primaria, para reivindicar la "jornada única"…!Y dejar a los hijos tirados en la calle, toda la tarde, o enganchados a los videojuegos o la bici! ¿Dónde están los pomposos programas de actividades complementarias que se anunciaban en tiempos electorales, para rellenar el horario de la tarde y evitar este "doble abandono escolar y familiar" de los alumnos de enseñanza obligatoria? En el "fondo del mar" como reza en la conocida canción infantil. Afirman con inusitada contundencia "los frescos MODERNOS de ahora" que "el manifestarse públicamente es la forma democrática y PACÍFICA de reclamar nuestros legítimos derechos". Sin embargo, la realidad diaria viene a demostrarnos, dolorosamente y a la vista de lo que sucedió en Madrid el pasado sábado ¡Y continúa desde hace dos días en la Universidad!, que por desgracia, TAMPOCO ello funciona en nuestro queridísimo País. El espectáculo de "una manifestación por la dignidad, que todos los españoles de cualquier ideología pudimos contemplar a través de la televisión, con una inusitada violencia y arropada por muchas banderas republicanas, independentistas, de la hoz y el martillo y ninguna NACIONAL, además del epílogo con destrozos en entidades privadas, decenas de heridos por ambas partes, incendios y lanzamiento de objetos contundentes"…!Y ambulancias que no daban abasto para trasladar heridos!, era para LLORAR y a la vez morirse de VERGÚENZA. Según el testimonio de algunos periodistas que vivieron las escenas en primera fila, hasta se pudieron escuchar, con referencia a policías heridos de gravedad que estaban siendo atendidos por sanitarios: ¡Dejadlos que se mueran estos putos perros!
Según palabras del fallecido Adolfo Suarez, en su tiempo como Presidente del Gobierno de España: "La vieja política ha consistido siempre en sacrificar a la Nación para el Estado, mientras que la nueva política se resume en conseguir que el Estado sea para la Nación". La pasada manifestación con su epílogo devastador y sangriento quiere convencernos, AHORA, de que "Ni Estado, ni Nación sin volver a lo que fuimos y nos costó un MILLÓN de muertos". A mí, muy particularmente, me encantaría preguntar a los incansables ORGANIZADORES de estos eventos: ¿Para cuándo, leche, vais a convocar una manifestación por la DIGNIDAD de los sindicatos españoles, por el fin de los ERES mafiosos, por la abolición de esos nombramientos a dedo para funcionarios públicos, y un NO rotundo a la jubilación anticipada sin haber dado un golpe en la vida? ¡Y, además, les animo a que tengan los HUEVOS suficientes para portar todas las banderas republicanas, independentistas, ugetistas, comisión/obreristas y otros ISTAS que quieran". Alguien debería empezar a pensar, entre los portavoces de esta izquierda que dice reclamar DIGNIDAD, si pedirle a quien debe curar a un herido grave, de cualquier bando, ¡que le deje MORIR como un PERRO, es realmente de IZQUIERDAS! De los 64 policías heridos, 14 acabaron hospitalizados. Uno de ellos hasta recibió cuatro puñaladas en la espalda que el chaleco de seguridad evitó una muerte segura. Otros cuatro agentes sufrieron traumatismos craneoencefálicos y UNO más resultó pateado luego de arrancarle el casco que llevaba. En cualquier país civilizado, agredir a un policía es agredir a la esencia misma de la convivencia democrática. Es agredir al orden y el principal enemigo de la libertad es el CAOS. Sin embargo, aquí en España, golpear a un policía sale gratis y se ve como un ritual de fin de FIESTA reivindicativa. Algunos ciudadanos han aprendido a canalizar su frustración y su mediocridad a través de este tipo de violencia y se creen héroes cuando se trata de "cobardes matarifes de mierda escondiendo su rostro con el pasamontañas". En definitiva, no hay ninguna DIGNIDAD sino todo lo contrario, en que el derecho a manifestarse desemboque, SIEMPRE, en una algarada tumultuaria como la que 400 o 500 radicales organizados protagonizaron el sábado en Madrid, y estos cientos de estudiantes más ocupados en sus "citas semanales con el BOTELLÓN" y ahora destrozándolo todo en lugar de dedicarse a lo suyo ¡ESTUDIAR! Efectivamente que hubo anomalías en la comunicación entre operativos, una pésima planificación y restricciones injustificadas contra gentuza que va a por todas y resulta indispensable la utilización de material antidisturbios, lo que facilitó los ataques y propició situaciones de "ALTO RIESGO" para los agentes. Esto lo demuestra los daños cuantiosos que ocasionaron y continúan ocasionando, y los muchos heridos. Por tanto, la INVESTIGACIÓN emprendida debe tener CONSECUENCIAS para que ni los agentes vuelvan a sentirse indefensos, ni los VIOLENTOS, impunes.

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