Por Pilar Cayuela/Enviada especial de MELILLA HOY (Foto Mutua Madrid Open)
La verdad es que no estamos muy acostumbrados en este Open de Madrid a quedarnos sin jugadores españoles en los cuartos de final. Pero desde hace un rato se han consumado las malas sensaciones que ya nos rondaban la mente desde la medianoche de ayer. No es que no tuviéramos confianza en lo que nos pudiera brindar Alcaraz en su partido frente al ruso A. Rublev, número 7 del mundo, es que lo de ayer, aunque previsible, “fue un palo” anímico para todos al vivir el homenaje a un jugador y persona legendario para el mundo del tenis, como es Rafael Nadal, que seguramente no le volveremos a ver jugar más este torneo oficialmente, por lo menos. La ley de vida es implacable para todos. Honor al balear.
Además de lo indicado, también observamos hoy, durante el partido que jugó Alcaraz contra Struff, que bastantes veces el jugador murciano estornudaba de forma repetida durante la agonía del tercer set y jugaba con lentitud en algunas fases del juego. El clima que está haciendo en Madrid en este torneo es de los que impactan a muchos e incluso a algunos jugadores… En esta gran superficie y grandes espacios, estos días se producen grandes corrientes de aire gélido, si gélido, a pesar de la época primaveral en la que estamos, que se alternan, cuando el viento desaparece, con fuerte exposición al sol que haría la necesidad de utilizar cremas solares a más de uno. Pues bien, señalo todo esto porque hoy en la rueda de prensa del jugador murciano posterior al partido, en que ha perdido con el ruso Rublev, por 4-6,6-3 y 6-2, nos ha explicado lo que nos podíamos imaginar y es que esta noche pasada, apenas ha podido descansar bien porque tenía un fuerte resfriado y que incluso, al entrenar ligeramente esta mañana, ha notado pinchazos en el antebrazo derecho, lo que le ha puesto en guardia ante una posible reproducción de la lesión que viene arrastrando desde hace tiempo. Si ha jugado en Madrid ha sido por intentar agotar la posibilidad de revalidar el título logrado el año pasado. Se ha apresurado a señalar el murciano que todo lo anterior, no supone ninguna excusa ante su derrota de hoy, ya que su contrincante ha merecido la victoria sin ningún género de dudas. Creo que todos los asistentes a la rueda de prensa le hemos creído, porque además ya habíamos constatado que la victoria del jugador ruso había sido incontestable.
No hace falta hoy acudir a la épica de saber cerrar los partidos, como sí venía a cuento en el partido ante Struff. Hoy, desde el primer juego del segundo set, el jugador ruso ha sido superior al español, apoyado en un servicio fantástico que casi no ha necesitado emplear el segundo servicio, una gran movilidad de piernas y un golpe de revés excelente. Todo lo anterior, a partir del comienzo del segundo set, porque en el primer set, ha conseguido jugar al contrincante de tú a tú, incluso ganar ese set, pero fue un espejismo, no fue suficiente, porque quizás al murciano le empezó a pasar factura su estado físico.
