La Semana. MH, 09/06/2025
Por: J.B.
La mafia se caracteriza por ser una organización criminal jerárquica y altamente estructurada, que opera a través de la violencia y el control de territorios o actividades económicas. Los mafiosos están unidos por lazos familiares, la ley del silencio y un fuerte sentido de lealtad hacia su organización.
El pasado domingo 8 de junio, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, la de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se concentraron junto a miles de manifestantes —50.000, según la Delegación del Gobierno (sorprende que no haya afirmado que fueron 50 o mil, como los puestos de trabajo que prometió, y no creó, Felipe González en su día), 100.000, según los convocantes — y otros líderes populares en la Plaza de España para pedir a Pedro Sánchez que adelante las elecciones.
La convocatoria, bajo el lema “mafia o democracia”, la hizo el PP, pero no se hizo para que asistiesen los afines, sino para que un gran número de personas de todas las opciones políticas pudiera expresar su rechazo, que se va acercando al clamor, a las “cosas” de Sánchez
La convocatoria, bajo el lema “mafia o democracia”, la hizo el PP, pero no se hizo para que asistiesen los afines, sino para que un gran número de personas (si la Delegación, con el aliento del jefe en el cogote, admite que hubo 50.000 personas, es que el número real se acercó mucho a la cifra de 100.000) de todas las opciones políticas pudiera expresar su rechazo, que se va acercando al clamor, a las “cosas” de Sánchez y a su último escándalo, el de la “fontanera” del PSOE, Leire Díez.
La Mafia impone la Ley del silencio (Omertá), prohibiendo a sus miembros hablar con las autoridades o revelar secretos de la organización, mientras que el PGS (PSOE/Gobierno/Sanchismo) tiene la “Ley de Sánchez”
Sí. El actual gobierno es, como clamaba la multitud en Madrid, una Mafia (con mayúsculas, como las de Italia, que no deben tomarse a broma). Es evidente (salvo para los estómagos agradecidos cercanos a Sánchez), si repasamos las características principales de la Mafia, que nuestro actual gobierno tiene mucho (demasiado) en común con este tipo de organizaciones. Comparemos: la Mafia tiene una estructura jerarquizada, con diferentes roles y niveles de autoridad (el Don, o jefe, está en lo alto de la pirámide), y el PSOE/Gobierno/Sanchismo (en adelante el PGS) es exactamente lo mismo (con Pedro Sánchez en lo alto de la pirámide); la Mafia busca el control de territorios específicos o de actividades rentables, como el narcotráfico, la extorsión o el juego ilegal, mientras el PGS también usa la extorsión (Leire Díez o el Fiscal General), pretende controlar sectores estratégicos como los medios de comunicación, las eléctricas o los bancos (al menos, de momento, no se dedica a controlar actividades ilícitas) y también los territorios que les mantienen en el poder ( por ejemplo: País Vasco y Cataluña); La Mafia recurre, para conseguir sus fines, a la violencia y la intimidación, mientras que el PGS intimida a jueces , fiscales, fuerzas policiales (la UCO) y medios de comunicación (por suerte, no usa, que se sepa, la violencia); La Mafia impone la Ley del silencio (Omertá), prohibiendo a sus miembros hablar con las autoridades o revelar secretos de la organización, mientras que el PGS tiene la “Ley de Sánchez”: el que se mueva, le discuta o no siga la línea que él marca, es apartado y vilipendiado (algunos ejemplos: Page, Lambán, Nicolas Redondo, Felipe González, Juan Lobato, etc.); la Mafia establece redes de corrupción con políticos, funcionarios públicos y otros actores, para facilitar sus actividades ilícitas y protegerse de la justicia, y el PGS establece redes para cambiar leyes, atacar a funcionarios públicos, proteger a corruptos afines (familiares y amigos/socios), etc, con el fin último de protegerse de la justicia.
Podría seguir con más “coincidencias”, pero está claro que, si tiene pinta de plátano, es amarillo, y sabe a plátano, debe ser un plátano…
El gobierno sanchista, por boca de uno de los “dobermans” de Sánchez, Óscar López, ante la masiva protesta que pretende botarles, ha pretendido, con poco éxito, quitar importancia a la manifestación/protesta: “Llenan la Plaza de España de insultos, pero no de gente”. Balones fuera, lo habitual…
Ayuso: “España no es plurinacional. No somos extranjeros en nuestra casa
Algunas de las frases destacadas en la manifestación:
Feijóo: “Señor Sánchez, ríndase a la democracia. Convoque elecciones ya”; Ayuso: “España no es plurinacional. No somos extranjeros en nuestra casa”;
Mazón: “Frente a la corrupción, impunidad y chantajes” defendemos “la ley, la justicia y la democracia”.
Un matrimonio de Valencia: “venimos a que se nos devuelva la democracia. A España se la han arrebatado”.
También se calificó a Sánchez de múltiples formas (la gran mayoría merecidas): “Traidor”, “felón”, “corrupto”, “populista”, “soberbio”, “arrogante”, etc.
En fin, fue un acto, más que justificado, de protesta ante los abusos de poder del presidente con menos apoyo popular de la historia democrática de España. La cosa no debe quedar ahí, ¡Que siga la lucha!
