El olor a pólvora en el patio de armas “Héroes de Melilla” de la base Alfonso XIII es algo consustancial al acto en que cada 4 de diciembre se conmemora la festividad de la Patrona del Arma, Santa Bárbara y de hecho con cañonazos empezó y con cañonazos finalizó el acto castrense que contó con la presidencia del comandante general de Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu a quien acompañaban el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda y el delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, entre otras autoridades civiles y militares.
Una formación agrupada de Unidades motorizadas y a pie, al mando del teniente coronel Barrio Mellado, fue la encargada de recibir la incorporación del Estandarte y a continuación al general Gutiérrez al que se le rindieron los honores correspondientes mientras pasaba revista a las tropas formadas en el patio de armas.
Una secuencia que dio paso a la imposición de condecoraciones. En este caso una placa y una cruz de la Real Orden de San Hermenegildo, así como trece cruces del Mérito Militar con distintivo blanco, una cruz de plata de la Constancia en el servicio y 18 de bronce,
Pero uno de los actos más emotivos de la ceremonia castrense fueron los nombramientos de los Artilleros de Honor que este año recayeron en el jefe superior de policía de Melilla, José Ángel González Jiménez y en el brigada Marcos Antonio García Lacal.
Con la alocución del coronel del RAMIX, 32, Paramio Pérez, el acto en honor a los que dieron su vida por España, el himno de Artillería y el desfile motorizado y a pie finalizó la conmemoración.
