Los socios de la Casa de Melilla en Madrid han realizado un viaje a Segovia, a bordo de un tren histórico, el 440 que estuvo en servicio en los años 70, recorriendo una de las líneas de ferrocarril más desconocidas y singulares de España que atraviesa la sierra de Guadarrama, por un soberbio paisaje de montaña. Los socios fueron recibidos en el andén por unos dulzaineros que interpretaron piezas populares de Madrid y Segovia. Después de disfrutar de los magníficos paisajes que ofrecía Guadarrama desde el tren, el grupo visitó los lugares más emblemáticos de Segovia, como el Acueducto, la Plaza Mayor, la Catedral y el Alcázar. Como no podía ser de otra manera, el almuerzo fue el típico segoviano, sopa castellana, judiones de la Granja, cochinillo asado y ponche segoviano. Para finalizar, un paseo por la ciudad y de regreso a la antigua estación de Segovia para embarcar en el tren clásico.