Representantes de esta rama sanitaria se dieron cita en la mañana de ayer frente a la puerta del Hospital Comarcal en un acto de celebración de esta efemérides, donde se guardó un minuto de silencio en memoria de los sanitarios fallecidos durante la pandemia y, donde Sonsoles López, enfermera asistencial de la UCI, en nombre de todos los enfermeros de la Ciudad, leyó un manifiesto que se puso en valor a estos profesionales sanitarios, bajo la expresión “hoy es un día para unir, celebrar, reivindicar y proclamar las bondades de nuestra profesión”. El motivo de la convocatoria, indicó Sonsoles López, es “manifestar lo que nos une a las instituciones y organizaciones aquí representadas, Ilustre Colegio de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud y direcciones de Enfermería de Atención Especializada y de Atención Primaria. Este año, el consejo Internacional de Enfermeras, a elegido una voz para liderar una visión de futuro para la atención de Salud, lemas en los que se refleja la presencia de esta rama profesional en la actualidad para seguir cuidando a la ciudadanía melillense, como lleva haciendo históricamente desde hace más de un siglo”.
Según Sonsoles, “los campos de actuación de esta profesión, que se basa en la humanización, la empatía y sensibilidad ante los problemas de salud, puede abarcar, desde los cuidados, la curación, la prevención y la educación sanitaria, hasta la investigación y la gestión, siempre velando por la calidad y seguridad de los ciudadanos”.
Las enfermeras y los enfermeros melillenses, tras más de un año combatiendo la pandemia, han puesto de manifiesto ante la sociedad, la importancia de contar con un número adecuado de profesionales en todos los ámbitos sociosanitarios, así como en los centros educativos, pues es la enfermería, sin lugar a dudas, la profesión que lidera el sistema sanitario. No obstante, la relevancia social adquirida durante estos meses, fruto del esfuerzo y profesionalidad, debe calar en la Administración Pública y verse reflejada en mejoras laborales y retributivas estables y, para ello, es precisa la unión sin fracturas de nuestro colectivo. Las organizaciones e instituciones que velan por los intereses de nuestra profesión deben aunar esfuerzos, no escatimar recursos y poner en valor la vocación inherente a todo profesional enfermero, con el debido reconocimiento y cuidado que nos merecemos”, puntualiza, donde quiso recalcar, “alto y claro, que ha llegado el momento de acabar con la falta de un desarrollo real de las especialidades enfermeras y la no inclusión de nuestra profesión en el grupo A1 de la Administración Pública, provocando con ello una desigualdad histórica, frente a otros profesionales como abogados, biólogos, físicos o psicólogos que, con un título universitario y duración idéntica en créditos, sí optan a dicho grupo, por no hablar de la responsabilidad que conlleva la vida de un paciente”.
