La última respuesta que han obtenido del Gobierno Central no aporta ninguna novedad. Simplemente se limita a expresar que son conocedores del caso desde el 2013 y que su caso sigue siendo objeto de preocupación.
Un 27 más, familiares y allegados a Emin y Pisly, dos jóvenes melillenses asesinados en aguas marroquíes, han vuelto a concentrarse en la puerta del Palacio de la Asamblea de la Ciudad, para guardar un minuto de silencio y exigir tanto al gobierno español como al marroquí, la tan ansiada justicia, que después de 9 años y 6 meses, no les llega.
Abdeselam Ahmed, padre de Pisly, que en esta ocasión también ha sido el portavoz de Driss Mohamed, padre de Emin, quien no ha podido asistir por encontrarse en Málaga por motivos médicos; ha informado sobre la respuesta que ha recibido del Gobierno Central, tras la pregunta parlamentaria sobre el caso de los jóvenes que planteó el senador Carles Mulet de Compromís y que dice textualmente: “En relación con la pregunta de referencia, se informa que desde 2013 se han realizado gestiones a distintos niveles sobre este asunto, que sigue siendo objeto de preocupación y de interés por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación”; es decir, ninguna novedad.
En cuanto a la oportunidad de haber elevado su caso a los dirigentes nacionales que han venido a la Ciudad en estos últimos tiempos, Abdeselam Ahmed ha manifestado haber intentado ponerse en contacto con ellos, aunque “no me han dado esa oportunidad”, asevera, esperanzado en que algún político les haya podido decir algo.
Al respecto, ha criticado que ni la delegada del Gobierno ni el resto de gobernantes haya a parecido a la concentración de este jueves. “Arrieros somos y en el camino nos veremos”, ha manifestado.
En conclusión, un mes más, el padre de Pisly vuelve a pedir a los políticos una solución a este caso, “que a cualquiera de nosotros le puede pasar, y ¿quién nos defiende?”, señala; además de pedir que, ahora que se acercan las elecciones, incluyan soluciones en sus campañas electorales, para casos como el de estos jóvenes; cansados de esperar una respuesta por parte del gobierno español, del marroquí o de la Delegación del Gobierno.
“Parece que nosotros somos los asesinos. Nos han quitado a nuestros hijos y cada vez que venimos y reclamamos, parece que molestamos cada vez que preguntamos. No pedimos nada del otro mundo, lo único que queremos es que se haga justicia”, insiste.
