José Megías Aznar [email protected]
Las diferentes ampliaciones del cementerio musulmán están justificadas por las necesidades de tumbas. Pero esta necesidad no puede ser la justificación para hacer o deshacer al antojo de un grupo político.
El Gobierno actual ha hecho tres ampliaciones y ahora quiere hacer una cuarta.
En la primera, ante la escasez de tumbas, se hizo una obra de emergencia en febrero de 2022 para ampliar en 36 sepulturas por un valor de 30.000 euros y adjudicada la obra a CAPER, empresa amiga. Nada que objetar, ya que era necesaria la actuación.
En octubre del 2021 se discutía en la Consejería por dónde hacer la ampliación, por el Este u Oeste, pues “El terreno de la Zona Este tiene una superficie estimada de 8.661,00 m2 y el de la Zona Oeste de 29.291,00 m2. En el caso de la Zona Oeste, es el más ventajoso, al tener una superficie mayor”, según el director general de Infraestructuras y Recursos Hídricos, Manuel Vázquez Neira, en su memoria justificativa del proyecto (el 13 de octubre de 2021). Si hubiese una investigación seria descubriríamos en sus propios documentos que la verdad ha sido orientada. Este señor desconocía los intereses faraónicos del gran centro islámico de Aberchán en el cementerio. Me dicen que cuando muera se hará un monolito de su persona como el gran prócer de los muertos.
La segunda se lleva a cabo por la Zona
Este mediante licitación el 15 del noviembre de 2021 y se lo adjudica a Antonio Estrada por un valor de 1.216.700 euros con impuestos. Aún no ha terminado la obra y ha solicitado un reformado del 20 %. No sé si se lo han concedido, no tiene derecho por ser la obra menor de 24 meses. Antonio Estrada era dueño, con otros, de los terrenos que se “expropian”. Está en el beneficio de la venta y además se le adjudican las obras. Doble negocio. El objetivo es la creación de 1.523 parcelas de enterramiento y un aparcamiento para 45 vehículos. Estos datos son del proyecto. Se necesitan tumbas y hay que hacerlas. El procedimiento empleado es más que discutible, pero avancemos. Según dijo el consejero Leoncio el 9 de febrero de 2022 (en Melilla Hoy): “esta ampliación podría dar respuesta a las necesidades de enterramiento de Melilla en los próximos 6 o 7 años”.
La tercera fase es la ampliación del cementerio por la zona Oeste. Aquí empieza la madre del borrego: como le ha dado resultado la emergencia de hacer tumbas, pues dicen lo mismo.
El director general Luis Mayor Olea, el 11 de mayo de 2022, dice que hay que ampliar cementerio por la zona Oeste por las necesidades urgentes de disponibilidad de tumbas. No se ha hecho NINGUNA, a lo mejor no se ha enterado porque estaba en Malta. Ni la van a hacer. A lo mejor tienen previsto un mausoleo para el Faraón.
Esta obra se adjudica a JARQUIL por 1.511.758,75 euros con impuestos y con un plazo de ejecución de 12 meses. Si quieren saber más puede ver en la Plataforma de Contratación del Estado el expediente 122/2022/CMA. Ni una tumba más, pero tenderemos una escuela coránica, un comedor-restaurante, una sala de autopsias propia para musulmanes, una salita de croché, perdón, de rezos para mujeres, etc. Todo pagado y mantenido con dinero de todos para mayor gloria del Águila Negra.
La cuarta fase es la mágica del niño Rachid, Harry Potter. Ha hecho el milagro de expropiar sin proyecto, o como quieran llamarlo: cambiar un terreno árido por un terreno de construcción de viviendas con vistas al mar. Este encuentro en la cuarta fase la querían hacer sin llevarla a pleno. El consejero quería salir corriendo de esta tumba sin ser enterrado. Pero se echó la tierra encima cuando hizo el paripé de llamar al director general para que le dijera que no se había recibido escrito de los auténticos propietarios históricos del terreno. Sí se había recibido y, es más, la titular propietaria tuvo una reunión con José Luis Matías, director general competente en la materia, donde le informó de la situación de su finca. El informe de expropiación o lo que se hace ad hoc. José Luis Matías, quién te ha visto y quién te ve. Qué bien sirves al que quería ser tu verdugo.
En el pasado Pleno, el consejero fray Ambición (Rachid) dijo que había que hacer esta operación “por la falta alarmante de espacio”. En qué quedamos: el consejero Leoncio, que con la ampliación por la zona Este estamos cubiertos de tumbas para 6 o 7 años. Ahora dicen que en este momento es alarmante la falta de espacio y argumenta con lo más sagrado con los niños. No sé si Alá hace diferencias entre mayores y menores, creo que no, pero usted sí. Sea un poco más serio y explique las razones auténticas de esta urgencia. A lo mejor se pudo planificar esta actuación en el Parador en la reunión que hubo entre Estrada, Rachid y el niño maravillas, no sé a quién representaba éste, pero seguro que no hablaron del tiempo ni de futbol.
El otro día recorrí los terrenos en cuestión del campo santo musulmán y aledaños. La verdad que llevaba razón el ex director general Neira (ahora aspirante a Distritos) al decir que la ampliación se tendría que haber hecho por la zona Oeste, un terreno mucho más amplio y más adaptable. No sé por qué no se hizo. Tendré que volver a reunirme con la Aisha Kandisha para saber lo que se dijo en la cabila del negro. Pero en la reunión del Parador se pudo comentar.
Lo que está claro es que no nos cuentan la verdad ni en sueños. La propiedad histórica de los terrenos (que en su día facilitaron los terrenos para el actual cementerio musulmán) tendrán que recurrir a la Justicia para demostrar su verdad, que yo me creo y que me explicaron in situ.
Por cierto, en mi recorrido agreste por los aledaños observé un gran letrero de la CIM en el edificio administrativo. No me había enterado de que la Ciudad Autónoma propietaria del cementerio haya cedido un espacio público para uso privado. Si es así, es como hacía Franco con la Iglesia Católica.
Por cierto, señor consejero de la dualidad: si tan alarmante es la necesidad de espacio para tumbas, ¿por qué no se ha hecho ninguna en la Zona Oeste, como dicen en su proyecto? Todavía están a tiempo. ¡Vivir para ver! Las mentiras tienen las patas muy cortas.
El consejero de Deportes ha triunfado en su gestión, de forma aparente, pues ha repartido más de 42 millones de euros. Así triunfa cualquiera. Además, en su área competencial ha sido el campeón de los contratos menores, muchos arbitrarios. Donde no ha triunfado es con el PGOU. Donde decía que en Melilla en el Urbanismo había que pensar a lo grande y ha terminado permutando un pedregal por una zona residencial. Para esto no hay que ser listo, sino listillo. Pero han pintado de verde cepemista el murete del Paseo Marítimo, a lo mejor ganan votos así.
