Bienvenidos Refugiados España (BRE) publica un informe para denunciar las condiciones «alarmantes» y «desoladoras» en las que malviven los menores no acompañados en Melilla. Entre sus conclusiones, destaca que los niños de la calle se han convertido en las «presas fáciles» de los pederastas y que, según han manifestado menores, ciertos abusos se producen por parte de agentes de la autoridad. La organización lamenta que circunstancias como el hambre o la drogadicción empujan a algunos niños a prostituirse para conseguir sus fines.
Los menores en situación de calle se han convertido en la “presa fácil” para los pederastas de Melilla. Algunos niños aseguran que los abusos procedían de los propios agentes de la autoridad. En ocasiones, ellos mismos terminan prostituyéndose para conseguir “un poco de comida, dinero o droga”.
Estas son algunas de las conclusiones publicadas en el ‘Informe sobre la situación de los menores no acompañados en la Ciudad Autónoma de Melilla’, elaborado por la organización Bienvenido Refugiados España (BRE).
Miembros de la plataforma ciudadana se desplazaron a la ciudad en diciembre de 2016 para observar de cerca la realidad de la Frontera Sur. Según especifica la entidad, dicho estudio es fruto del trabajo de campo realizado en Melilla y del contacto con las asociaciones Pro Derechos de la Infancia (Prodein) y Harraga. “Son las únicas organizaciones locales que trabajan con estos menores en situación de calle”, reitera la organización.
Violación sistemática de los derechos de los menores
BRE tacha la situación de estos niños de “alarmante” y “desoladora”.
Según concluye, en Melilla se violan sistemáticamente los derechos fundamentales de los menores recogidos en la Convención de los Derechos del Niño; la Constitución Española; el Código Civil; la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor; y la Ley de Extranjería 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social.
Cifra en cerca de 100 los menores malviven en las calles, expuestos a “condiciones que repercuten seriamente en su salud”.
También señala la peligrosidad a la que se someten cada vez que tratan de colarse en un barco para hacer ‘riski’ y llegar a la Península. En Melilla ya hay antecedentes de menores y jóvenes que perdieron la vida en el intento.
Violencia policial
“Esta pistola tiene siete balas y una va para tu culo”. Este es el tipo de amenazas que, según remitieron a la organización algunos menores no acompañados, reciben por parte de las autoridades. En el informe se denuncian casos de agresiones por parte de la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil.
“Las redadas en la escollera y en los parques por donde normalmente deambulan son habituales”, resalta BRE. Asimismo, manifiesta que en numerosas ocasiones, los niños son trasladados en furgones policiales, “donde después de recibir palizas los llevan a la frontera”.
Cabe resaltar que Prodein denunció hace dos semanas la supuesta expulsión ilegal de un menor de 11 años por la frontera de Beni Enzar.
“Nos encontramos ante una falta de voluntad política que está poniendo en peligro la vida de cientos de niños”, sentencia BRE. “No se puede tolerar que sean los propios instrumentos del sistema de protección de menores español los que permitan o propicien esta situación”.
Inconvenientes de la Purísima, según BRE
La plataforma ciudadana señala en su informe varios inconvenientes en la localización del centro de menores de La Purísima. “En nuestra visita pudimos comprobar las condiciones insalubres de las que está rodeado el centro”, afirma. Según sostiene, se encuentra “en un descampado en el que no existe iluminación ni seguridad” y “diferentes asociaciones han reiterado en numerosas ocasiones que suelen acudir pederastas para acosar a los niños”. Por otro lado, Bienvenidos Refugiados España (BRE) critica cuestiones como la superpoblación del centro, la no escolarización de los menores en centros educativos formales o el hecho de que muchos no consigan la residencia después de años tutelados, así como la ausencia de programas de apoyo para la emancipación.
