Un año más y en una verdadera noche primaveral, la Casa de Melilla en Valencia acudió fiel a la Ofrenda en la que miles de valencianos y valencianas acuden a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, a ofrecer en forma de ramillete de flores, su devoción por su patrona. Una vez más los melillenses-valencianos, en prueba de fidelidad a sus costumbres, gustosos se sumaron a esta devoción. Hombres y mujeres con el más representativo traje regional, desfilaron por las principales calles de Valencia, orgullosos de sus señas de identidad.
En esta ocasión, hasta tres generaciones de la misma familia han asistido a la ofrenda, poniendo en el desfile, el pasado el presente y el futuro de la Casa de Melilla con el deseo de poder seguir realizando este acto tan importante para todo un pueblo que ha merecido el reconocimiento mundial a través de la Unesco al declarar a las Fallas "Patrimonio inmaterial de la humanidad".