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Los inspectores jefes de Policía Ángel Cátedra y Juan Carlos Ruiz Barranco recogen los Premios Meninas

Los inspectores jefes de Policía Ángel Cátedra y Juan Carlos Ruiz Barranco han recibido este jueves los Premios Meninas 2022 que la Delegación del Gobierno en Melilla, a través de la Unidad contra la Violencia de Género, concede cada año para reconocer a personas e instituciones que incorporaran estrategias, iniciativas o proyectos para combatir la violencia sobre las mujeres y promover la igualdad, en el marco de los actos del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, que se conmemora el 25 de noviembre.

Con los Premios Meninas 2022 a Cátedra y Ruiz Barranco, la Delegación ha reconocido la lucha policial contra esta lacra que realizan las unidades especializadas de los diferentes cuerpos de seguridad, aunque el mayor peso recae sobre la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) y otras unidades que la precedieron en el seno de la Policía Nacional, de las que los dos premiados han sido sus máximos responsables entre 2007 y 2022.
Ninguno de los dos está ya en la UFAM. Ángel Cátedra ya está retirado y Juan Carlos Ruiz Barranco se encuentra desempeñando su labor actualmente en otra unidad policial, pero ambos han destacado al recibir los Premios Meninas lo que ha supuesto para ellos trabajar de manera incansable al frente de la UFAM junto a otros policías. Agentes que cada día se dejan la piel en nuestra ciudad para intentar erradicar la violencia de género y proteger y acompañar a las víctimas, mujeres que, junto a sus hijos, sufren el doloroso maltrato por parte de quien debería tratarles como sus seres más queridos.
“Lo peor que le puede ocurrir a alguien es que la persona con la que te prometes amor y cariño te maltrate y te pegue”, ha apuntado Ruiz Barranco en su discurso durante el acto celebrado en el salón de actos del IES Virgen de la Victoria ante diversas autoridades y, sobre todo, miembros de los diferentes cuerpos de seguridad, que también luchan contra la violencia de género en sus respectivas unidades.
Los dos galardonados, mandos de la Policía Nacional con una larga trayectoria en el Cuerpo -42 años de servicio en el caso de Ángel Cátedra, más de 30 en el de Juan Carlos Ruiz Barranco-, han dedicado sus intervenciones a repasar el papel de la UFAM, una de las unidades de la Policía que mejor encarna a sus patronos, los Ángeles Custodios, con su actividad continua de lucha, protección e investigación.
Cátedra ha destacado, además, la evolución que ha tenido el trabajo policial frente a la violencia de género al subrayar que, aunque actualmente las víctimas que acuden a la Jefatura de Policía encuentran “una mano tendida” en los agentes que las atienden para ayudarlas, “no siempre fue así”.
De este modo, ha rememorado cómo a finales de los años 70, cuando él empezó a trabajar en el Cuerpo, le impactaba ver cómo algunos de los policías más mayores intentaban convencer a las mujeres que “se atrevían” a ir a denunciar a la comisaría para que no lo hicieran y volvieran a casa para “hablar” con sus maridos y resolver los problemas entre ellos. “Incluso les preguntaban qué habían hecho a sus maridos para que les tuvieran que pegar”, ha recordado Ángel Cátedra en su intervención.
Esa postura ante el maltrato, que ya “impactaba” entre los policías más jóvenes, entre las que él se encontraba, cambió con “las reformas emprendidas en el ordenamiento jurídico para adecuar las leyes al nuevo marco legal y al nuevo orden social”.
Nuevas leyes “acordes a los nuevos tiempos que marca la Constitución, en la que todos somos iguales ante la ley”, que “empezaron a tener muy en cuenta la gran discriminación que ha venido padeciendo la mujer a lo largo de los siglos respecto al hombre, así como los malos tratos y la violencia sufrida en el ámbito familiar”.
Ese fue el inicio de las unidades especializadas en la Policía con agentes formados para luchar contra la violencia de género y “tender la mano con determinación, fuerza y empatía” para ayudar y proteger a las víctimas, como fue la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección de Melilla (UPAP), de la que fue su inspector jefe desde 2007 hasta 2015, cuando se creó la UFAM, en la que estuvo al frente hasta finales de 2019.

Llamamiento a los políticos
Ángel Cátedra ha aprovechado su discurso para hacer un llamamiento a los políticos para trabajar juntos y tener una mayor comunicación en los temas relacionados con la violencia de género para evitar el “daño” y “exposición en las redes” que sufren algunas víctimas.
De este modo, se ha referido a polémicas como una que hubo recientemente, que no hacen más que ahondar en el mal estado físico y psicológico que sufren estas mujeres y sus hijos en la mayoría de las ocasiones. Polémicas en las que las víctimas son usadas como “arma arrojadiza o como ariete para atacar a una opción política”, cuando en realidad “el daño” lo sufren las propias víctimas, que son “mujeres difíciles porque vienen de un entorno muy desestructurado, de un entorno de violencia” al que se suma, en la mayoría de los casos, “el abandono de sus propias familias, que no quieren saber nada de ellas”.
De ahí la importancia de esa “mano tendida” que las mujeres víctimas de violencia de género encuentran para ellas y sus hijos en la Policía. “Desde hace ya un tiempo, a la mujer que denuncia en comisaría, el policía que la atiende le dice ‘yo sí te creo’ y siempre le va a tener la mano y la va a ayudar en todo lo posible buscando los recursos que no tenga para asistirla y protegerla”, ha afirmado.
Así ha sido siempre en los 12 años que estuvo primero en la UPAP, y después en la UFAM, en los que se han acumulado “muchas satisfacciones”, pero también “frustraciones”, además de “reconocimientos” por parte de víctimas que han logrado salir adelante y acuden a verlos para contarles “lo bien que están”.
“Eso para nosotros es importantísimo, nos hace seguir cada día un poco más el trabajo, comprender a la mujer y empatizar mucho más con su problema”, ha finalizado Cátedra para resumir esos 12 años de trabajo sacrificado y formación que en los inicios también estuvieron marcados por la precariedad debido a la falta de medios.

“Pasión de trabajo”
Juan Carlos Ruiz Barranco, por su parte, ha dedicado 8 de sus más de 30 años de servicio a la investigación y protección de mujeres víctimas de violencia de género. En 2014 se incorporó al Servicio de Atención a la Familia y ejerció como inspector jefe de la UFAM y responsable directo del área de investigación de Melilla hasta su marcha de este grupo en marzo de 2022.
“Es un trabajo duro un trabajo, que marca, que señala nuestra mente, nuestro pensamiento. Es algo que con lo cual siempre uno tiene que levantarse con ganas de seguir viviendo y luchando por y para acabar con esta lacra”, ha subrayado Ruiz Barranco para explicar cómo su paso por estas unidades “ha sido durante ocho años” su “pasión de trabajo”, en el que ha podido aprender de compañeros como Ángel Cátedra la necesidad de ser “cercano a la víctima” y que “los números son números, pero lo que importan son las personas”.
“Estoy súper agradecido de mi experiencia en la UFAM y me siento orgulloso del trabajo realizado y de los compañeros que lo han desarrollado siempre”, ha apuntado Juan Carlos Ruiz Barranco, que no ha ocultado el “sufrimiento” que ha vivido en algunos de los casos a los que se ha enfrentado, como el crimen de la Alcazaba, que le hizo rememorar otro caso en el que trabajó mientras estuvo destinado en Barcelona para detener a un agresor sexual. En ambos casos, los detenidos, y posteriormente condenados, reaccionaron igual, llorando “como un niño al que le quitan un juguete” y negando la autoría de los hechos.
Juan Carlos Ruiz Barranco ha coincidido con Ángel Cátedra en la “empatía” hacia las víctimas que impregna la labor en estas unidades policiales especializadas contra la violencia de género.
Sobre todo, por lo difícil que resulta a estas mujeres, carentes de afecto, acudir a una comisaría para contar a un agente “tu intimidad”, lo que hace necesario “crear un ambiente en el que se sientan seguras y, sobre todo, protegidas”. No obstante, ha destacado que luchar contra la violencia de género no es solo una tarea de la Policía: “Nos corresponde a todos”.

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Redacción

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