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Los diferentes túneles de Gaza (2)

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Para entonces, Sinwar también había restablecido los lazos del grupo con Irán, su antiguo patrocinador, una relación que se había deteriorado en 2012 cuando Hamás cerró su oficina en Siria. Ese acercamiento profundizó la relación entre el ala militar de Hamás en Gaza y el llamado eje de resistencia, la red de milicias regionales de Irán.

Cuando Sinwar, en 2017, se convirtió en el jefe de Hamás en Gaza, en ocasiones mostró interés en llegar a un acuerdo con Israel. Pero la violencia, aunque moderada, continuó hasta el año 2021, en que Hamás lanzó una campaña de ataques para protestar contra los desalojos de palestinos en Jerusalén oriental y, muy especialmente, contra las redadas de la policía israelí en la mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Ese fue un punto de inflexión ya que, desde entonces, Hamás ya no dice luchar por cuestiones relacionadas con Gaza, sino por temas fundamentales para todos los palestinos, incluidos los de fuera del enclave.

Es preciso resaltar la gran importancia que la mezquita Masyid al-Aqsa -cuyo nombre se traduce del árabe al español como “la mezquita más lejana”- tiene en la tradición religiosa musulmana. Su nombre hace referencia al “Viaje Nocturno” que realizó en el año 621 Mahona, viajando de La Meca a dicha mezquita, donde ascendió a los Cielos a lomos de un caballo alado.

Los túneles de decisión estratégica actuales.

La pregunta que ambos bandos se pueden estar haciendo ahora, se refiere al momento en que cada uno de ellos puedan considerar haber alcanzados sus objetivos estratégicos.

Para Hamás, posiblemente ya han sido alcanzados en su mayoría, si no en su totalidad, los objetivos que probablemente se fijó al iniciar el ataque. El más importante es que han impedido el reconocimiento del estado de Israel por parte de Arabia Saudita, con las importantísimas repercusiones beneficiosa que ello hubiera supuesto para el futuro de Israel.  Han desestabilizado al gobierno de Israel, al haber mostrado una debilidad defensiva que ese país no puede permitirse. Le han obligándole a tomar represalias, que han puesto a una parte importante de la opinión mundial en contra de Israel. Han obtenido concesiones en el intercambio de rehenes, más numerosos los palestinos que los israelíes. También, muy importante, han vuelto a poner la denominada “causa palestina” en primera página de la opinión pública mundial.

Por parte de Israel, la total consecución de sus objetivos es claramente mucho más difícil, se podría decir que imposible. De inicio parte de una posición de desventaja, ya que la iniciativa estratégica la obtuvo Hamás, consiguiendo muchos de sus objetivos en los primeros días tras el ataque. Israel solo puede responder tratando de recuperar la iniciativa estratégica a largo plazo, pero los daños a la causa de Israel solo podrían ser compensados, hasta cierto punto, con una eliminación total de la amenaza que Hamás y otros grupos terroristas representan.

Benjamin Netanyahu parece entenderlo así cuando, en un comunicado emitido por su oficina, ha dicho: «Con el regreso a los combates el gobierno de Israel está comprometido a lograr los objetivos de la guerra: liberar a nuestros rehenes, eliminar a Hamas y garantizar que Gaza nunca más represente una amenaza para los residentes de Israel».

El objetivo es claro, no lo es tanto el modo de alcanzarlo. Israel va a reanudar las operaciones ofensivas en un momento en que la presión internacional para la obtención de un alto el fuego permanente, va a ir creciendo. Van a seguir los prácticamente inevitable daños colaterales a civiles en un conflicto de este tipo, ya que los terroristas de Hamás están entremezclados con la población. Por ello, cada día en que continúen las operaciones, va a ser un día más en que los partidarios de Hamás van a elevar la voz en contra de Israel, voluntariamente olvidando quien inició el conflicto y con qué trágicas consecuencias

No es la primera vez que Israel se encuentra en un dilema similar, debiendo elegir entre plegarse a la presión internacional o continuar buscando la total consecución de sus objetivos. En múltiples ocasiones ha sufrido presiones diplomáticas y de la opinión pública para hacerle cesar en su respuesta a los ataques sufridos, antes de que las fuerzas armadas de Israel hubieran completado su misión. En la guerra árabe-israelí de 1973, tras recibir Israel un ataque inesperado de sus vecinos árabes y estar muy cerca de la derrota, lo que hubiera supuesto la desaparición del estado de Israel, su ejército había conseguido cercar al tercer ejército egipcio en el lado este del Canal de Suez, siendo entonces obligado a cesar las operaciones, por la intervención de los Estados Unidos. En el año 1982, tras recibir múltiples ataque desde el Líbano, por parte de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), rompiendo ellos reiteradamente las treguas decretadas por las Naciones Unidas, Israel ocupó el Líbano y cercó a la OLP y a fuerzas sirias en Beirut, cuando de nuevo se vio obligado, por Estados Unidos, a renunciar a la consecución de sus objetivos estratégicos, permitiendo al presidente de la OLP, Yasser Arafat, abandonar la ciudad con sus fuerzas y con las fuerzas sirias. Lo mismo ocurrió durante la Operación “Protective Edge”, en 2014, cuando Israel invadió Gaza para destruir los túneles de Hamas y detener el lanzamiento de cohetes.

En el conflicto actual, a pesar de toda la devastación que esta última guerra ha traído a los civiles palestinos, los combatientes de Hamas siguen bien atrincherados en la clandestinidad. Las operaciones de limpieza no han terminado en el norte de Gaza, y las del sur de Gaza apenas han comenzado. Al parecer, la red de túneles de Hamas está más desarrollada de lo que pensaban y al menos 600 pozos de túneles han sido descubiertos y cerrados, solo en el norte.

Algunos comentarios, muy breves.

Pedro Sánchez se desmarca de los aliados de España, de nuevo, con unas más que inoportunas declaraciones. Sus abducidos súbditos, siguen sus designios.

Los buenistas, malinformados, tontos útiles, antisemitas, extremistas religiosos y demás ralea, olvidan que los judíos han sido expulsados de sus lugares de residencia, expoliados de sus bienes y en ocasiones masacrados, más de treinta veces. Desde el año 40 hasta el 1670, habían sido expulsados 22 veces. La tendencia continúa hasta nuestros días, siendo la más terrible y cercana ocasión, las matanza de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

De nuevo hay que recordar que cuando Naciones Unidas decretó la creación de dos estados en 1948, fueron los palestinos y los árabes los que decidieron no crear un estado palestino y, en cambio, tratar de impedir mediante la guerra, la creación del estado de Israel.

¿Hasta cuándo van a seguir los judíos teniendo que defender, con sus vidas, el derecho a vivir en paz y garantizar un futuro para sus hijos? Los terroristas son los que los atacan, no lo olvidemos.

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Gonzalo Fernández

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