El consejero de Fomento, Miguel Marín, anunció este martes que el chiringuito de la playa de Los Cárabos reabrirá sus puertas antes del próximo verano, una vez concluya la reforma integral cuyo inicio está previsto en cuestión de semanas. El expediente para la adjudicación de las obras se encuentra en su tramo final y será licitado de forma inminente.
En paralelo, Marín avanzó que el chiringuito de La Hípica seguirá el mismo camino “en los próximos días”, aunque está pendiente de solventar unas observaciones técnicas formuladas por la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente. Una vez atendidas, la Ciudad Autónoma procederá igualmente a licitar su remodelación.
La actuación prevista en Los Cárabos, cuya concesión ostentaba hasta ahora Soul Beach, contempla una inversión de 432.000 euros destinada a modernizar por completo un espacio de casi 300 metros cuadrados, con el propósito de convertirlo en un punto de encuentro renovado para residentes y visitantes. Según Marín, el establecimiento reformado supondrá “un atractivo y un servicio más para la ciudad”.
El proyecto incluye un salón de 150 metros cuadrados con barra, cocina y almacén; una terraza con vistas de 50 metros cuadrados; tres aseos, uno de ellos adaptado para personas con movilidad reducida; y una terraza exterior adicional de 69 metros cuadrados.
Desde la Ciudad Autónoma destacan que esta intervención permitirá revitalizar uno de los enclaves más frecuentados del litoral melillense, mejorando la oferta turística y de ocio de la zona.
Respecto al chiringuito de La Hípica, cuya concesión correspondía recientemente a Bambú, el consejero explicó que la tramitación avanza a buen ritmo y solo resta resolver los ajustes técnicos requeridos por Costas. Superado este trámite, se podrá licitar su reforma.
Marín defendió el uso de fondos públicos para rehabilitar estos espacios, subrayando su importancia para el turismo y el atractivo de Melilla. Recordó que, tras adjudicar la concesión, la Ciudad intenta recuperar total o parcialmente la inversión realizada. “Si lo dejamos exclusivamente en manos privadas, igual Melilla no tendría chiringuitos”, señaló, aludiendo al elevado coste inicial que implica su puesta en marcha —en el caso de Los Cárabos, casi medio millón de euros—.
