La cara que ofrece la Peña Barcelonista cada vez que juega en casa poco tiene que ver con la que da cuando lo hace lejos de nuestra ciudad. Y ayer fue otro buen ejemplo frente a la A.D. Nervión, dejándose la piel sobre el campo y no arrojando nunca la toalla, ni incluso cuando se vio con el resultado muy adverso (0-2) a escasamente ocho minutos del final.
En ese reducido espacio de tiempo, los de Kemel Azouaghe fueron capaces de reducir las distancias, en el 85’, por mediación de Yusef y de nivelar el choque con un tanto del central Carlos Alba en la prolongación (94).
Los sevillanos se habían adelantado en el primer periodo con un gol de Eladio (40’) y habían hecho el 0-2, al transformar Cámara una pena máxima (82’).