Este año se conmemora el CXXV Aniversario del Regimiento de Artillería Mixto nº 32, pero la relación de los artilleros con esta ciudad se remonta atrás en el tiempo, al siglo XVI con la llegada de la expedición de Pedro de Estopiñán a estas costas para tomar la Plaza.
Haciendo honor a la frase “una imagen vale más que mil palabras”, en esta ocasión queremos que el texto sea secundario y dar prioridad a las fotografías, a unas imágenes que, a buen seguro, ayudarán a recordar y homenajear a sus protagonistas a estos “Héroes del cañón”.
Laureadas al comandante José Royo y capitán Enrique Guiloche
“El comandante de Artillería D. José Royo de Diego, y capitán de la misma arma D. Enrique Guiloche Bonet, se hicieron acreedores á la cruz de la Orden de San Fernando por su comportamiento en el combate del 18 de julio de 1909 en Sidi Admed el Hach: Resultando que en la noche del expresado día 18 el enemigo atacó una batería de la posición citada, llegando los moros á entrar en ella, acudiendo de los primeros para arrojarlos el comandante y el capitán citados, los cuales fueron muertos al pie de las piezas.”
“RESTOS ANÓNIMOS BARRANCO DEL LOBO
José Antonio Soler González
Soldado.† 18 de julio de 1909 en Sidi Hamed el Hach
Pedro Garrié Badia
Sargento.† 21 de julio de 1909
Eudofredo Gómez Moliner
Cabo.† 9 de octubre de 1909
Juan Francisco Otero Fernández
Soldado. † 3 de octubre de 1909
Cándido Gómez Arjona
Soldado.† 30 de septiembre de 1909
Francisco Olivares Bleda
Soldado. † 28 de octubre de 1909
Fausto Falrés Pérez
Soldado. † 22 de diciembre de 1912
Alejandro Moreno Palacio
Soldado. † 17 de mayo de 1913
Artilleros, Artilleros,
marchemos siempre unidos
siempre unidos
de la Patria, de la Patria,
de la Patria su nombre engrandecer,
engrandecer.
Y al oír, y al oír,
y al oír del cañón el estampido,
el estampido
nos haga su sonido enardecer.
España que nos mira siempre amante
recuerda nuestra Historia Militar,
Militar
que su nombre siempre suena más radiante
a quien supo ponerla en un altar.
Su recuerdo nos conmueve con terneza,
dice Patria, dice Gloria, dice Amor,
y evocando su mágica grandeza,
morir sabremos por salvar su honor.
Tremolemos muy alto el Estandarte,
sus colores en la cumbre brillarán
y al pensar que con él está la muerte,
nuestras almas con más ansia latirán.
Como la madre que al niño le canta
la canción de cuna que le dormirá,
al arrullo de una oración santa
en la tumba nuestras flores crecerán.
Marcharemos unidos, marcharemos dichosos
seguros, contentos de nuestro valor
y cuando luchando a morir lleguemos
antes que rendidos, muertos con honor.
Y alegres cantando el Himno glorioso
de aquellos que ostentan noble cicatriz,
terminemos siempre nuestro canto honroso
con un viva Velarde y un viva Daoiz.
Artilleros, Artilleros,
marchemos siempre unidos
siempre unidos
de la Patria, de la Patria,
de la Patria su nombre engrandecer,
engrandecer.
Y al oír, y al oír,
y al oír del cañón el estampido,
el estampido
nos haga su sonido enardecer.
Orgullosos al pensar en las hazañas
realizadas con honor por nuestra grey,
gritemos con el alma un viva España
y sienta el corazón un ¡viva el Rey!
