Continúan los preparativos para que el 1 de julio se pongan en marcha las colonias urbanas de Cáritas Interparroquial. En esta ocasión participan 225 niños de entre 6 y 12 años, tanto menores acogidos en instituciones como el Centro Asistencial, a pequeños de familias con escasos recursos. Este año todos ellos lucirán una camiseta de color rosa chicle con el anagrama en azul de Cáritas. Un equipo de 74 monitores, entre voluntarios llegados desde la península y la propia ciudad, se encargará de atender a estos pequeños y contribuir a que puedan disfrutar de unas merecidas vacaciones de verano con actividades tanto lúdicas como formativas. Pilar Illázquez, la responsable de Cáritas Interparroquial, confirmó en la cadena Cope que se están ultimando los preparativos para que el próximo 1 de julio arranque una nueva edición de las colonias urbanas en cuya organización se ha invertido más de tres meses. Como todos los años serán cuatro las colonias a desarrollar: la de la Parroquia de San Agustín; la del Sagrado Corazón y San Francisco Javier en La Salle; y la del Monte María Cristina, que se dividirán en dos grupos.
Colonias
La duración será del 1 al 15 de julio pero el Centro de María Inmaculada tendrá una segunda colonia a realizar del 15 al 31 de julio. En esta edición participarán un total de 225 niños de 6 a 12 años, cifra que supera con creces la del pasado año y aún así, según confirmó, no se ha podido atender a todas las peticiones. El incremento se debe al hecho de que "cada vez llegan más niños a los centros de acogida (Centro Asistencial o Divina Infantita)", así como a las nuevas familias sin recursos a las que acoge Cáritas.
Manifestó Pilar Illázquez que los niños participantes en las colonias esperan estos campamentos "como agua de mayo, con mucha ilusión, porque es una gran recompensa después del curso escolar, porque tienen actividades lúdicas y educativas". Pero no son los únicos, también los monitores voluntarios "están deseando venir". En esta ocasión cuentan con 74, todos ellos mayores de edad, tanto de Melilla (unos treinta) como de la península. Ellos se encargan de conducir los grupos de alumnos en cada actividad, cuidando al máximo que todas las actividades se desarrollen sin incidentes y con total seguridad.
Según explicó, un día normal en la colonia se inicia a las nueve de la mañana, momento en el que llegan los niños al lugar de partida. Allí se les reparte el material que necesitarán en la actividad prevista en el día, y se les facilita el desayuno porque "buscamos que tengan una alimentación sana".
Después se marchan a la playa o a las visitas y excursiones previstas para esa jornada. El almuerzo lo realizan en el Comedor del Enrique Soler y por la tarde vuelven a la sede de la colonia para participar en distintos talleres, como el de manualidades, y las clases de refuerzo educativo. Luego acuden a la piscina y después de la merienda, a eso de las seis de la tarde, regresan a casa. Este programa se desarrolla de lunes a sábados.
Si las mañanas están dedicadas a las salidas y excursiones, las tardes son para los talleres de manualidades y las clases de refuerzo escolar. Indicó que cada año se busca cambiar la oferta e incluir nuevas actividades, como por ejemplo visitas al buque de Trasmediterránea, al campo de golf o al aeropuerto, que son algunas de las propuestas de este año. No se olvida incluir una vista al Palacio de la Asamblea.
Pilar Illázquez manifestó que las colonias se llevan a cabo gracias a la aportación económica de los convenios que mantienen con las consejerías de Bienestar Social y Educación. Con este dinero se adquiere todo lo necesario para el desarrollo de las colonias, desde las camisetas de este año que son de color rosa chicle con el logotipo de Cáritas en azul, las gorras y mochilas rojas, así como el resto de materiales.
