La Policía Nacional ha detenido en el puerto de Almería a un hombre de 37 años, de origen magrebí y vecino de Barcelona después de hallar en una furgoneta caleteada con 40 kilos de hachís que transportaba procedente de Melilla. La información inicial que permitió este hallazgo partió de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Jefatura Superior de Policía de Melilla. Los hechos ocurrieron durante un dispositivo policial establecido en los filtros de control de documentación del puerto de Almería el pasado 23 de febrero, cuando el grupo de estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Melilla comunicó a los agentes de la Udyco en Almería, que en un barco procedente de dicha ciudad viajaba una furgoneta conducida por un 'narco' que podría llevar oculto en el vehículo cierta cantidad importante de hachís.
A última hora de la tarde de ese mismo día, como resultado del dispositivo, tras realizar varias gestiones con la naviera y Aduanas del puerto, los policías interceptaron el vehículo y procedieron a realizar el registro de la furgoneta.
Ante la certeza de que transportaba el estupefaciente, se requirió por parte de la Policía Nacional la colaboración de la Unidad Canina de la Guardia Civil del puerto. Una vez trasladado el coche a un lugar adecuado del puerto, los agentes realizaron una búsqueda más exhaustiva en el interior.
Así, el perro 'Devil' marcó una parte del estupefaciente en la columna derecha delantera del vehículo, concretamente debajo del alojamiento del cinturón de seguridad. A la vista de lo acontecido, los policías decidieron desmontar todo el turismo utilizando medios mecánicos.
Una vez desguazado y tras varias horas de trabajo, descubrieron entre los huecos del paso de ruedas y habitáculos a lo largo de la columna de la furgoneta, 151 paquetes de hachís de distintos tamaños con un peso total de aproximadamente 40 kilos.
El ocupante y propietario detenido en el dispositivo ha sido puesto a disposición del juzgado de guardia quien ha ordenado el ingreso en prisión. La operación fue llevada a cabo por agentes de la Udyco de la Jefatura Superior de Melilla y la Comisaría Provincial de Almería, con la colaboración de agentes pertenecientes a la Unidad Canina de la Guardia Civil del puerto de Almería.
