Un individuo fue estafado al contactar con un presunto vendedor de coches por internet. El defraudador llegó a convencerle para que le ingresara la mitad del precio del vehículo que deseaba comprar, recibiendo la suma de 12.500 euros. Este dinero partió de Melilla a Santander, donde estaba entonces el acusado. Por este motivo, el procedimiento ha pasado un buen tiempo en la capital de Cantabria, hasta que se dieron cuenta de que debía ser juzgado en Melilla. Al final, el delito ha prescrito. Después de que el procedimiento judicial estuviera paralizado durante el periodo de tres años, el hombre que estaba acusado por un delito de estafa pudo marcharse ayer de los juzgados quedando totalmente libre de cargos, al aplicársele la prescripción recogida en el antiguo Código Penal.
El individuo, que reconoció haber timado al otro hombre una suma de 12.500 euros, le engañó al convencerle de que iba a venderle un coche valorado en 25.000 euros.
Todo comenzó cuando el estafado contactó por internet con una empresa de Santander, en la que aparentemente trabajaba el defraudador. Después, el acusado le indujo a error, pidiéndole un adelanto del 50% del vehículo que supuestamente pensaba venderle. De hecho, ambos hombres llegaron a verse en Santander, donde el timador le mostró un vehículo como el que presuntamente iba a entregarle. Pero, después de cobrarse la mitad del dinero, el melillense no volvió a tener noticias del vehículo que tanto esperaba. Ni del vendedor.
Según explicaron las fuentes judiciales, el procedimiento “ha estado perdido” durante tres años entre los juzgados de Santander, donde se archivó la causa en primer lugar, y luego de Melilla, donde realmente correspondía que el delito fuera juzgado, ya que el dinero estafado partió de esta ciudad.
El defraudado se mostró indignado con la absolución del acusado y denunció que “el juzgado primero pierde los papeles y ahora le prescribe el delito”. Al finalizar el juicio, la fiscal insistió al absuelto para que devolviera el dinero cobrado de forma indebida.
