El Ministerio Fiscal pide seis meses de cárcel para un individuo por propinar puñetazos y patadas a un policía en los calabozos de Jefatura de Policía Nacional, presuntamente. El procesado no se presentó en la vista, pero según la versión de los agentes, el hombre se alteró y mostró una actitud muy agresiva, llegando a agredir a uno de los policías en la cara. Según expusieron, también mostró resistencia a ser encerrado en la celda, ya que abrió la puerta de una patada cuando los agentes trataban de cerrarla con llave. Un individuo se enfrenta a la posible pena de seis meses de cárcel por el presunto delito de atentado a la autoridad. Aunque el procesado no se personó ayer en el juicio, este se pudo celebrar en su ausencia ya que se le reclama una pena inferior a dos años de prisión.
Según declararon los agentes de la Policía Nacional ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, los hechos tuvieron lugar el pasado 11 de julio de 2010. Aquel día, relató uno de ellos, recibieron una llamada por una presunta pelea en la Plaza del Carmen. Según denunció una mujer, el procesado trató de agredirla con una navaja. Cuando los agentes llegaron, expusieron en la sala, encontraron al acusado «revolcándose en el suelo» con otro hombre y hallaron bajo un coche la navaja con la que supuestamente trató de atacar a la mujer, por lo que se lo llevaron detenido a los calabozos.
Patadas y puñetazos
Estando ya en Jefatura, el procesado supuestamente agredió a un policía. Así lo aseguraron ayer dos agentes, el que presenció los hechos y el que sufrió lesiones. El primero de ellos declaró que vio como «sin motivo alguno» el acusado «acorraló» a su compañero contra la pared y comenzó a propinarle puñetazos y patadas. En ese momento, él y otros policías trataron de reducirlo y meterle en la celda.
Sin embargo, el encausado propinó una patada a la puerta del calabozo con tal fuerza que la abrió y volvió a salir de ella, según detalló el agente. «Como pudimos lo encerramos», continuó explicando. Según dijo, una vez dentro de la mazmorra, cuando la puerta ya estaba cerrada con llave, el individuo comenzó a darse golpes a sí mismo en una actitud muy agresiva.
El agente agredido
El último policía que declaró lo hizo a través de videoconferencia. Era el que presuntamente fue agredido por el acusado. Según detalló, sacó al procesado del calabozo para llevarlo al departamento de la Policía Científica. Cuando estaban en la puerta, según su testimonio, tocó el hombro al individuo para indicarle que pasara. Entonces, muy alterado, el hombre le respondió «que no le tocara» y terminó propinándole un puñetazo en la cara y patadas.
«Cuando lo saqué (de la celda) y fue ingresado (en el calabozo) no estaba agresivo», apuntó el agente. Según recordó, cuando sus compañeros trataron de encerrarlo de nuevo en la mazmorra no quiso intervenir en un principio. No obstante, al ver que usaba su fuerza para volver a abrir la puerta ayudó al resto de los agentes para encerrarlo finalmente en la celda.
Tras escuchar la versión de los policías, el Ministerio Fiscal solicitó la sentencia condenatoria para el acusado, para el que pidió la pena de seis meses de prisión. Inicialmente le reclamaba dos años, pero tras llegar a un acuerdo de adhesión con la letrada de la defensa rebajó la condena solicitada. No obstante, se negó a concederle la suspensión del ingreso en prisión, habida cuenta de que «tiene una dilatada hoja de antecedentes». Concretamente, matizó la fiscal, de 15 páginas. Ahora sólo queda que la juez dicte sentencia.
