El Ministerio Fiscal reclama un año y tres meses de prisión para el presunto autor de un delito de amenazas. Según la versión del querellante, el acusado se presentó en su comercio para intentar que le retirase una denuncia anterior por el robo de un teléfono. Ante su negativa, el procesado se fue del local y regresó a los minutos con un cuchillo que había cogido de una carnicería cercana, siempre según la versión del perjudicado. Una versión que no coincide con la del denunciado, que niega haberse presentado en la tienda del querellante para amenazarle usando un arma blanca. «Ya sé dónde trabajas. Si no te pillo hoy, te pillo mañana», fue lo que presuntamente dijo el acusado por el delito de amenazas al denunciante mientras esgrimía un cuchillo. Según relató la víctima ante la magistrada del Juzgado de lo Penal número 2, el acusado se presentó en su comercio el pasado 9 de diciembre de 2015, en la calle Margallo, para recriminarle que le hubiera denunciado por el robo de un teléfono móvil.
«Yo le dije que él sabría por qué le denuncié», siguió narrando el querellante. Entonces, según su versión, el procesado fue a una carnicería muy próxima a su local y regresó portando un pequeño cuchillo. «Yo me escondí». Supuestamente, el acusado le amenazó antes de marcharse.
Encuentro en la calle
El denunciado, por su parte, aseguró en la vista que no acudió al lugar de trabajo del testigo perjudicado, que no le amenazó y que tampoco intentó intimidarlo con un cuchillo. «Nos encontramos en una rotonda porque él vive en La Cañada y yo en Las Palmeras», comenzó diciendo. Según su versión, mantuvieron una conversación en la que él le preguntó si podían solucionar el asunto de la denuncia por el presunto robo de un teléfono «como personas normales», a lo que el querellante le dijo que ya «hablábamos el día del juicio».
Ausencia de testigos
Uno de los puntos que llamó la atención y sobre el que incidió el letrado del procesado era la ausencia de testigos. El denunciante afirmó en el juicio que los carniceros de los comercios próximos presenciaron la escena. Sin embargo, apuntó el abogado, ninguno llamó a la Policía ni tampoco testificó como testigo. La víctima precisó que fue él quien acudió a Jefatura de la Policía Nacional para interponer la denuncia.
Por otro lado, pese a que el perjudicado afirmó que las cámaras de seguridad del local grabaron los hechos, indicó que las grabaciones son eliminadas cuando pasan ocho meses y que él trató de recuperarlas después de que hubiera pasado este tiempo.
«No hay pruebas y existía cierta animadversión entre las partes», concluyó el letrado del acusado, por lo que reclamó una sentencia absolutoria para su representado.
El Ministerio Fiscal, sin embargo, afirmó que el testimonio del denunciante no incurría en contradicciones y mantuvo la petición de una sentencia condenatoria para el acusado, para el que reclamó la pena de un año y tres meses de prisión por las presuntas amenazas.
Ahora sólo queda que la magistrada dicte sentencia.
