Ayer se condenó a dos individuos por un robo con fuerza que tuvo lugar en 2009 en la calle Carlos Ramírez de Arellano. Sin embargo, el día de los hechos también intervino un tercer hombre, declarado en rebeldía por desoír la llamada judicial. Según el atestado, los tres forzaron las cerraduras para acceder al interior del establecimiento afectado, rompieron la máquina tragaperras para quedarse con el dinero y robaron varios objetos, entre ellos, una espada decorativa de metal. Al ser descubiertos por la policía, presuntamente, el tercer individuo usó la espada robada contra los agentes para evitar ser arrestado. Los otros dos procesados reconocieron estos hechos. Dos hombres fueron ayer condenados en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla por ser los autores de un delito de robo con fuerza. El día de los hechos, 6 de diciembre de 2009, otro tercer individuo intervino presuntamente en el robo, aunque no se presentó al juicio. Se le ha declarado en rebeldía por desoír la llamada judicial y no personarse a la vista.
Según se recoge en el atestado policial, los tres procesados acudieron de madrugada al Bar Bonilla, ubicado entonces en la calle Ramírez de Arellano, e intentaron forzar las tres cerraduras para acceder a su interior de forma ilícita. Consiguieron adentrarse en el local desencajando uno de los cerramientos y, una vez dentro, causaron destrozos en una máquina tragaperras para quedarse con el dinero que guardaba. Según consta en la denuncia, también sustrajeron numerosos objetos, como una bicicleta o una espada decorativa de metal.
Cuando abandonaban del local fueron descubiertos por agentes de la Policía Local, que los vieron huyendo con los artículos robados, siempre según el atestado. Corriendo, los policías fueron a detenerlos. Según la denuncia, el individuo que está declarado en rebeldía usó la espada robada para evitar ser arrestado por los agentes. Por este motivo, se le acusa del robo con fuerza y del presunto delito de atentado a la autoridad.
Conformidad
Los otros dos individuos sí se presentaron al juicio y reconocieron los hechos expuestos en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal. Tras acordar una conformidad y admitir que eran los autores del delito de robo con fuerza en las cosas, la fiscal rebajó la pena que solicitaba para ambos a un año de cárcel.
No obstante, los procesados se librarán de ir a prisión por no tener antecedentes penales. Durante dos años no podrán volver a delinquir, si no, sí tendrían que ser apresados para cumplir la condena. Además, tendrán que abonar 900 euros al perjudicado por los destrozos ocasionados en su propiedad.
«Aprovechen la opción que se les ha dado», fue lo que aconsejó la magistrada a los dos condenados antes de que abandonaran la sala.
