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Las restricciones en la frontera dan para un libro de anécdotas: desde el que machacó sardinas antes de entregarlas al que regaló gambas a otro transeúnte

Cuando están a punto de cumplirse dos semanas de la decisión de la Delegación del Gobierno de limitar el peso de mercancías con las que se puede pasar por la frontera hacia Melilla, la decisión está dando lugar a innumerables anécdotas y a un generalizado malestar entre aquellos que cruzan este puesto fronterizo. Así, desde que comenzaron a aplicarse las restricciones el pasado 8 de junio, se están dando casos muy llamativos de personas que se revuelven contra estas nuevas normas, entre ellos el de un ciudadano que había comprado dos kilos de sardinas y al negársele la entrada con su compra, machacó el pescado antes de entregarlo a la Guardia Civil “para que nadie se lo coma”. Hemos intentado conocer este domingo el destino final que tienen los alimentos que se requisan, pero no fue posible en la jornada de ayer.

También está el caso de un melillense que compró en Beni-Enzar un kilo de gambas e intentar cruzar a la ciudad con este crustáceo. Los agentes le dieron la opción de entregarlo voluntariamente a los agentes de la autoridad o dárselo a algún transeúnte que pasara hacia Marruecos, optando por esta última opción. “Al menos, que lo pueda aprovechar alguien” exclamó, antes de lamentar estas nuevas prohibiciones, que no se producían antes del cierre de fronteras del 13 de marzo de 2020 por el inicio de la pandemia le coronavirus.
También está el caso de un menor de edad cuya madre le había comprado yogures Raybi, una especie yogur líquido de sabor granada cuya materia prima son los lácteos. Ante la imposibilidad de meterlos a Melilla, se lo bebió antes de entregar los envases vacíos a los agentes.
Así las cosas, se están produciendo situaciones verdaderamente curiosas, en la que los guardias civiles ya cuentan con un peso situado junto a una de sus casetas. Desde el 8 de junio, además de mirar maleteros para ver si hay inmigrantes, droga o cualquier otro elemento prohibido como armas, también tienen entre sus funciones comprobar si las personas que acceden a Melilla, llevan compras que exceden los diez kilogramos de frutas y verduras, dos kilos de hierbas y especias u otros productos prohibidos de facto como el pescado, porque si vienen desde Delegación han puesto algunos requisitos, estos son imposibles de cumplir para la práctica totalidad de los transeúntes de la frontera de Melilla entre Marruecos.
Una de las personas que cruzaban ha manifestado este diario que él generalmente en las elecciones generales vota al PSOE y en las locales a CPM, pero después de esto que está ocurriendo en la frontera asegura que se pensará a quién dar su apoyo: “Sabrina Moh no sabe el daño que está haciendo al PSOE con este tipo de medidas” ha advertido, recordando que “si antes nos quejábamos por el borrego y pedíamos la dimisión de Barkani (el anterior delegado del Gobierno con el PP), cuando era una sola vez al año, ¿qué tenemos que hacer ahora que Sabrina nos prohíbe pasar pescado los 365 días del año?” se ha preguntado.

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Redacción

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