Las obras de mejora del paso fronterizo de Farhana, el segundo en importancia entre Melilla y Marruecos, supondrán una inversión de 200.000 euros y empezarán antes de que finalice este año. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, informó ayer de que el objetivo es mejorar las condiciones en las que se encuentra este paso fronterizo, aunque los cambios no serán tan drásticos como con la obra de rehabilitación integral de la frontera de Beni-Enzar que se realizó el año pasado con 1,1 millones de inversión. A preguntas de los periodistas, El Barkani explicó que el proyecto de remodelación está a punto de finalizarse, momento en que lo trasladará al Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y Aduanas para que lo analicen, habida cuenta que son los tres cuerpos que trabajan en este paso fronterizo.
El Barkani realizó esta aclaración después de que el pasado martes el Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunciara el mal estado en que se encuentra este paso fronterizo, por el que pasan a diario 10.000 personas, 2.000 coches, 150 ciclomotores y 100 bicicletas.
Según el SUP, El Barkani no le da a esta frontera “la importancia que requiere” y advirtió de que no cejaría en su empeño de denunciar por todos los medios posibles las malas condiciones en infraestructuras y medios que afecten a las condiciones de trabajo de los profesionales de la Policía Nacional.
Las quejas de la UFP
Otro sindicato, la Unión Federal de Policía (UFP), se ha sumado a estas quejas al asegurar que el paso fronterizo de Farhana “desde de siempre ha sido un caos absoluto” porque “las infraestructuras que se le permiten a la Policía marroquí son las menos indicadas para producir un flujo continuado de personas”.
“Allí se mezcla todo: personas cruzando el paso por medio de los coches, vehículos cruzados sin que nadie les diga nada, personas ejerciendo actividades como mendicidad y otras cosas más”, lamentó ayer UFP en una nota, en la que también denunció que en la parte española faltan infraestructuras y los conductores “no respetan absolutamente nada”.
“Los golpes de roces y accidentes son constantes, la invasión de los carriles en ocasiones es total. En definitiva, los nervios están siempre a flor de piel, y todo ello por urgir unas obras inmediatas, que no se han llevado a cabo y que palien tal situación”, apuntaba ayer la UFP.
Según este sindicato, el caos “llega en el momento que la aduana marroquí permite el contrabando” y quienes se dedican a ello, ocupan el margen derecho de la carretera con coches parados que en ocasiones van “desde la misma puerta de la frontera hasta el cruce del CETI”, es decir, “más de 300 metros” de la carretera ML-300. Ello obliga al resto de conductores a invadir el sentido contrario, “con el riesgo que eso conlleva”.
La UFP opina que “todo lo que se necesita en Farhana” requiere una inversión superior a los 400.000 euros, el doble de la inversión anunciada por El Barkani.