Las mafias marroquíes que operan en la costa norte del país vecino cobran en torno a 600 euros por cabeza por cada plaza en una embarcación de juguete, cuyo único propósito es llegar hasta aguas jurisdiccionales españolas para -tras llamar desde tierra- ser rescatadas por el servicio de Salvamento Marítimo y trasladados a España. En las últimas semanas, más de 3.000 inmigrantes han arribado a nuestras costas desde Marruecos. El diario El Mundo, en su edición electrónica, publicaba ayer un reportaje en el que se relataba, día a día, la rutina de uno de los muchos grupos de subsaharianos que, dirigidos por las mafias que operan en la costa norte de Marruecos (concretamente en los alrededores de Tánger y de Nador), esperan su oportunidad para arrojarse al mar en busca de una vida mejor; una esperanza que se materializa cuando, al poco de alcanzar aguas territoriales españolas, se realiza (desde tierra) la llamada al servicio de Salvamento Marítimo, que traslada a los migrantes hasta nuestras costas.
Según este artículo, los encargados de organizar las operaciones “venden” cada plaza en una embarcación de juguete por en torno a 7.000 dirhams (algo más de 600 euros al cambio) y, en estas ridículas embarcaciones, llegan a embutir hasta 12 personas, normalmente doblando su capacidad y poniendo en serio riesgo la vida de estas personas, que apuestan todo (a vida o muerte) a conseguir llegar lo suficientemente lejos como para ser asistidos por nuestro país en alta mar. El negocio de estas mafias está tan desarrollado que hasta ofrecen un “pack”, no sólo la plaza en la embarcación “toy”, sino cámaras de neumático o chalecos de juguete como salvavidas, “seguridad” a pie de playa y transporte hasta la misma.
Nador
Las mafias asentadas en los alrededores de Melilla están lideradas por marroquíes, que se encargan de organizar las salidas.
El centro neurálgico o punto de partida de los inmigrantes en la región colindante es la villa de Taourirt, hasta donde llegan los inmigrantes que malviven en los muchos campamentos de chabolas que hay en las montañas de los alrededores de Nador y Selouane.
La llegada del buen tiempo, el fin de Ramadán y (quizás) el cambio de “actitud” frente a la inmigración del nuevo Gobierno, son circunstancias que aumentan la “caja” que hacen estas mafias, cuyo desprecio por la vida de los inmigrantes es equiparable al interés en aprovecharse de su desesperación.
Si los inmigrantes de los alrededores se concentran en Taourirt, los principales puntos de embarque rumbo a España son las playas de Sammar y El Kallat, al oeste del cabo, y Kariat, al este, muy cercana al territorio español de Chafarinas.
Trato igualitario
Ante la gran afluencia de inmigrantes por vía marítima, el Consejo General de la Abogacía Española pidió ayer lunes 25 de junio “un trato igual” y una actuación “conjunta y coordinada” en el operativo de recepción de migrantes, tanto en cada rescate en el mar como en la llegada de embarcaciones a puertos españoles.
Según han recalcado desde el Consejo de la Abogacía, durante los dos últimos fines de semana, más de 300 abogados pertenecientes al Turno de Oficio -entre ellos de Melilla- han estado disponibles para prestar asistencia jurídica a los más de 3.000 migrantes que han llegado a España en pateras.
