La Cooperativa Omnibus de Autobuses (COA) restablecerá el próximo lunes las líneas 5 y 6, que conectan el centro con Cabrerizas y Mariguari, respectivamente. Esto permitirá que los autobuses de transporte urbano regresen a estos barrios periféricos después de más de una semana sin prestar servicio. Hay que recordar que el pasado sábado, la empresa se vio obligada a suspender ambas rutas tras sufrir el segundo apedreamiento en apenas 72 horas con motivo de los disturbios en los barrios periféricos. Según explicó a MELILLA HOY el tesorero de la COA, Antonio Montoya, la empresa se ha visto obligada a suspender ambas líneas por motivos logísticos más que de seguridad. No en vano, el apedreamiento del miércoles de la semana pasada en la línea 5 a su paso por el Tiro Nacional, y el del sábado en la línea 6, dejaron sin autobuses de reserva a la COA, que antes de los disturbios ya tenía un coche pendiente de poder reparar la luna por un apedreamiento anterior.
Este tipo de reparaciones no son tan rápidas como quisiera la empresa, ya que los cristales deben llegar de la península y en ocasiones, la fábrica que los suministra tarda en atender la petición. Por eso no podía arriesgarse a seguir operando en las líneas más conflictivas sin autobuses de repuesto, ya que eso habría afectado seriamente al resto del servicio.
Está previsto que las lunas nuevas lleguen entre hoy y mañana y puedan ser montadas en los vehículos afectados a lo largo del fin de semana para que el lunes vuelvan a estar operativas las líneas 5 y 6, a cuyos usuarios la COA quiso pedir disculpas por no haber podido prestarles el servicio de transporte en los últimos días.
Aviso con antelación
Éste fue uno de los asuntos que ayer pusieron sobre la mesa los responsables de la COA en la reunión que mantuvieron con el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González. Según explicó Montoya, el consejero alegó que los disturbios los habían protagonizado un grupo minoritario y que se trataba de cuestiones puntuales, aunque se comprometió a que cuando se vuelvan a dar nuevos desórdenes públicos en algún punto de la ciudad, la Consejería de Seguridad Ciudadana o la Delegación del Gobierno lo comunicará de manera inmediata a la COA para que retiren sus autobuses y no haya riesgo de que puedan sufrir nuevos apedreamientos como consecuencia de estas protestas violentas.
Y aunque la COA desearía poder trabajar con más seguridad en los barrios periféricos, sus responsables también comprenden que es imposible que los autobuses puedan ir escoltados por la falta de efectivos de los que disponen los cuerpos de seguridad, y también por el hecho de que las propias patrullas policiales también son víctimas de apedreamientos y ataques en algunas ocasiones.
