La Ciudad Autónoma de Melilla ha ofertado este verano 400 plazas en los comedores escolares de verano para que ningún niño se quede sin comer por falta de recursos económicos en su familia, pero solo ha logrado cubrir menos del 25%. Aún así, la consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, aseguró que se mantendrán abiertas todas las plazas. Garbín reconoció que en los primeros días de funcionamiento de los comedores escolares de verano no se ha llegado ni al centenar de plazas ocupadas, cuestión que se va a estudiar desde el Gobierno local, que aporta 120.000 euros para este servicio.
La consejera cree que las razones de esta escasa ocupación pueden ser muy variadas, entre ellas la celebración del mes sagrado de Ramadán o la incidencia positiva que están teniendo otras actuaciones sociales de la Ciudad Autónoma para ayudar a las familias desfavorecidas.
Pese a todo, garantizó que las 400 plazas permanecerán intactas aunque no se cubran, gracias a un convenio de colaboración entre la Ciudad Autónoma y la Dirección Provincial del Ministerio de Educación, por el cual la primera aporta 120.000 euros para sufragar los menús que se ofrecen en los tres comedores abiertos este verano.
Bocadillo de merienda
Además del almuerzo, la Consejería de Bienestar Social también reparte la merienda a los usuarios de los comedores para que se la coman de vuelta a casa durante la tarde, que suele incluir bocadillos, bollería, zumos, batidos, yogures y piezas de fruta.
De este modo, desmintió que se esté dando bocadillos para almorzar, como han criticado desde CPM, partido al que animó a que vaya por los tres comedores para comprobarlo si lo desea.
