A medida que se acercan las elecciones aumenta la ‘importancia’ de los medios de comunicación, esos a los que dio Gandhi gran importancia a lo largo de toda su vida. Él utilizó, desde el principio de su vida pública, a los medios de comunicación, a la estrategia en los medios, como medio para impactar en la opinión pública y conseguir el poder que -sin aceptar cargo público alguno- tuvo después. Además, aunque eso no es demasiado conocido, Gandhi escribió mucho. Es impresionante su libro “Una autobiografía. La historia de mis experiencias con la verdad”, un valor que él consideraba el fundamento de su vida.
La India, un enorme país de, entonces, 400 millones de habitantes (hoy, ya separada de la musulmana Pakistán -en 1985- tiene 1.400 millones), dejó de ser colonia británica y alcanzó la libertad (‘Esta noche la libertad’ es el título del famoso libro de Dominique Lapierre y Larry Collins) en agosto de 1947.
Hoy un británico de origen hindú, Rishi Sunak, es el nuevo primer ministro británico, un inglés multimillonario que se licenció en Oxford en ‘Filosofía, Económicas y Políticas’, la cumbre de las carreras en la elitista universidad. A lo mejor ocurre que un día Gran Bretaña pide independizarse de la India. Es una broma, claro, pero no deja de ser una imagen de lo diferente que suele ser el ayer del hoy, a pesar de que la “turba multa non cogitat”, la muchedumbre no pensante, no acostumbre pensar demasiado en estas cosas, estos cambios que con tanta frecuencia suceden.
Quizás deberíamos prestar más atención a la cartilla socrática, a las artes de la mayéutica analítica. Sócrates modificó el significado médico que tenía la mayéutica y lo reorientó al ámbito filosófico. Mientras el significado real de la mayéutica es «el arte de partear», Sócrates -cuya madre fue partera- lo focalizó en “el arte de ayudar a parir conocimientos” que consiste en que, a base de preguntas, el interlocutor medite y encuentre las respuestas él mismo.
El cambio es inevitable, como la necesidad de conocer, en vez de repetir lo oído, lo de siempre. Gandhi tenía razón al valorar el poder de los medios de comunicación. “Si no creyera que puedo cambiar el mundo con lo que escribo no escribiría nada”, declara Adam Michnik, el polaco creador del primer periódico de su país, la Gazeta Wyborcza, nuevo Premio de Asturias de Comunicación y Humanidades. No escribiría nada crítico, es el sentir de su frase y el fundamento de los verdaderos medios de comunicación.
Otra referencia es la de Richard Malka, un parisino hijo de inmigrantes marroquíes judíos, que oficia como superletrado de la revista Charlie Hebdo y declara: “Si no podemos ofender a nadie, volveremos a las cavernas”, como titula el reportaje que le dedicó el diario El Mundo el 25 de octubre. “Renunciar a la libre crítica …sería renunciar a nuestra historia, a la Enciclopedia, a la Revolución…, al espíritu crítico, a la razón, al mundo regulado por las leyes de los hombres”, escribe el abogado Malka, para el que -como para Gandhi y tantos otros, yo incluido- la libertad es “una idea que vivirá para siempre”.
La libertad es el fundamento del progreso. Entrevistan en El Mundo, 25/10, a Alfred L. Chang, biógrafo de Xi Jinping. Le preguntan: “Hay una corriente que repite a menudo que China quiere, junto con Putin, reemplazar el orden estadounidense y reescribir las reglas de un nuevo orden mundial”. Su respuesta: “Los dos pueden tener la ambición de superar a Estados Unidos en ciertas áreas, pero incluso con la fuerza combinada de ambos, la posición de EEUU como la única super-potencia capaz de proyectar su poder en todo el mundo no será desafiada por completo en el futuro. Es importante señalar que Rusia y China son simplemente amigos cuando hace buen tiempo. China aspira a convertirse en una potencia regional en Asia-Pacífico, no en una potencia militar global, y está controlada por todos lados por poderosos ejércitos”.
Si lo lee la progre Georgina Higueras, ponente el pasado miércoles de la jornada dedicada en Melilla a “El nuevo concepto estratégico de la OTAN”, se llevará un gran disgusto. Para ella, como para todo progre, Estados Unidos es el mal y China la esperanza de ser la nueva gran potencia mundial, si no lo es ya, como ellos dicen y quisieran. Muy sensato y muy conocedor del tema OTAN -“un concepto estratégico de 30 intereses diplomáticos y militares diferentes”- el otro ponente, el teniente general López Del Pozo, para el que la defensa debería ser “un objetivo nacional”. Así debería ser, aunque a los progres no les gusta la idea. Por cierto, el “Excelentísimo Sr.D. Eduardo de Castro” -como le anunciaron en el programa- estuvo bastante bien en sus palabras de bienvenida. También lo estuvo Carolina Gorgé, en la presentación del acto, que realizó porque Ángel Castro, vicepresidente de FHIMADES, por razones familiares, no pudo acudir.
Dentro de la Unión Europea -a pesar de tanta burocracia- hace frío. Fuera de ella, te congelas”, escribió Isabel Sansebastián en ABC, el 25/10. Lo mismo se repitió con frecuencia en la Jornada del miércoles, con acierto.
La incompetencia de la gestión es en Melilla -por centrarnos en un ejemplo clamoroso y cercano, tan dolorosos para nosotros, los melillenses- tan palpable, tan evidente que no necesita de demasiada explicación adicional. Por eso me sonó a propaganda lo de la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez -que habla muy bien, por cierto-, en su presentación, el jueves, del pomposamente llamado Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico para Melilla. Si el objetivo, como dijo la ministra, es que Melilla “transite hacia una economía más verde e inclusiva”, estamos perdidos. Ya hablaré de ello, cuando lea el “Plan” terminado.
