Cruz Roja estuvo una vez más con los melillenses. Tras el fuerte seísmo que despertó aterrorizada a toda la ciudad, un equipo de voluntarios de la unidad de Emergencia Social de la institución se echó a la calle para ofrecer su ayuda a quién más lo necesitara. El vehículo se dirigió a varias zonas de la ciudad, como los Pinares de Rostrogordo hacia donde se dirigieron cientos de ciudadanos aterrados. Se estima que se ofreció asistencia a unas doscientas personas, entre reparto de desayunos y la intervención del equipo de psicólogos especialistas en situaciones de emergencia. El director de Voluntariado de Intervención Social de la Cruz Roja en Melilla, Enrique Roldán, explicó a Melilla Hoy que tras el terremoto, lo primero que se hizo fue sacar del garaje de la entidad tanto las ambulancias como el resto de vehículos de intervención por temor a que las réplicas o algún nuevo sismo pudiera afectar a las puertas y no pudieran hacer uso de estos recursos tan necesarios ante cualquier emergencia.
"Después, viendo que había muchísima gente que se había echado a la calle asustada por el terremoto, decidimos sacar la Unidad de Emergencia (UME), al objeto de prestar una atención inmediata. No hemos tratado urgencias sanitarias, sino de tipo social, repartiendo cola-cao, zumos y magdalenas allí donde había una mayor aglomeración de melillenses, como por ejemplo en la explanada de Rostrogordo, en especial a los niños que son los más vulnerables siempre", explicó.
La UME ha prestado esta asistencia entre las ocho y media y las once y media de la mañana. Un equipo formado por ocho voluntarios se ha encargado de esta labor, recorriendo la ciudad, visitando las zonas con mayor aglomeración de personas, como Rostrogordo o la calle Carlos de Arellano. "Estimamos que se ha atendido a unas doscientas personas", indicó Roldán.
Apoyo psicológico
Aunque no se han atendido urgencias sanitarias, sí que se ha activado al equipo de apoyo psicológico y emergencia, "que han tratado a las personas que estaban en Rostrogordo, melillenses con mucho miedo por volver a casa y se les ha intentado calmar".
Cruz Roja mantiene en alerta a todos sus servicios en la ciudad y aunque "esperemos que no haya que hacer más intervenciones, sí que todo el mundo está alertado por si hiciera falta volver a salir", indicó.
