La Unidad Militar de Emergencias (UME) destacó ayer el éxito del simulacro multirriesgo que se ha desarrollado a lo largo de esta semana en Melilla, que incluía una quincena de ejercicios sobre diferencias incidencias surgidas a partir de un supuesto seísmo en la ciudad. Para este simulacro se han desplazado a Melilla 144 efectivos de la UME y 44 vehículos, a los que se suman otros tantos miembros de unidades de seguridad, emergencia y sanidad de la ciudad, así como instituciones y equipos de voluntarios que se han volcado en los diferentes ejercicios programados desde el lunes hasta el miércoles. El jefe de Operaciones del II Batallón de la UME, el comandante Luis Ferrer, subrayó ayer en rueda de prensa que Melilla cuenta con medios preparados para atender cualquier emergencia, lo que supone una “tranquilidad” a la que se añade la de saber que detrás también está la UME dispuesta a desplazarse cuando sea necesario.
Esta situación es la que se ha recreado en este simulacro multirriesgo de nivel 2, grado en el que las autonomías piden ayuda al Estado para afrontar una situación de emergencia, con ejercicios que han simulado, entre otros escenarios, un accidente aéreo por amerizaje, un rescate vertical en las Torres V Centenario, un vertido en el puerto por la rotura de un depósito de combustible y el riesgo de rotura del pantano de las Adelfas.
El comandante Ferrer destacó la complejidad de los ejercicios que se han planificado en este simulacro, donde se ha buscado un mayor nivel de exigencia para los efectivos que han intervenido y para quienes han estado en el mando de control ejerciendo las labores de coordinación, que a su juicio era probablemente lo más difícil.
No en vano, este responsable de la UME recordó que tras una catástrofe, siempre se produce una situación de caos inicial en la que es necesario poner orden entre las diferentes unidades de emergencia que deben trabajar juntas, sabiendo en cada momento las unidades que hay disponibles para intervenir.
Posibilidad de mejorar
Asimismo, el comandante Ferrer subrayó que la UME no se conforma y sigue con su objetivo de “mejorar año tras año”, de ahí el reto de complicar aún más el próximo simulacro que se lleve a cabo, previsiblemente dentro de dos años, para que se asimile lo máximo posible a una situación real de catástrofe.
Tras los ejercicios, todas las partes hicieron una primera evaluación del simulacro, a la que seguirá dentro de unos días una puesta en común para analizar todo lo realizado esta semana y ver la posibilidad de mejorar alguna cuestión del Plan Territorial de Emergencias (Platerme) de Melilla, corrigiendo así posibles deficiencias que pudieran haberse detectado.
Así lo apuntó ayer que destacó sobre todo su admiración por la UME y la tranquilidad que siente como español por poder contar tanto con esta unidad como con la Comandancia General en caso necesario. Asimismo, ensalzó el brillante papel de los voluntarios y los figurantes que han participado en este simulacro.
Uno de los ejes de estas incidencias ha sido la asistencia sanitaria, que han desempeñado entre el personal del 061, el Ingesa, la Cruz Roja, la Comandancia General y la UME, realizando desde triajes para evaluar a los heridos como los traslados a centros sanitarios y la atención psicológica a las víctimas y sus familiares.
