La Unión Deportiva Melilla ha anunciado con profunda tristeza el fallecimiento de uno de sus seguidores más emblemáticos, Sebas, socio y aficionado incansable que ha dejado una huella imborrable tanto en el club como en la afición azulina.
Sebas fue mucho más que un espectador habitual en el Estadio Álvarez Claro. Era un fijo en cada encuentro, ya fuera en casa o en los numerosos desplazamientos por toda España donde nunca faltaba su aliento a los colores melillenses. Su pasión por la UD Melilla era contagiosa, y su compromiso, ejemplar.
«Nos ha dejado un socio y aficionado de esos que siempre estaba al pie del cañón», ha expresado el club en un comunicado. «Sebas nos ha acompañado en numerosos desplazamientos para animar al equipo. Descanse en paz.»
Además, Sebas era hijo de los propietarios del conocido Bar Sebastián, ubicado en la calle Colombia del barrio de Cabrerizas, un local histórico ya desaparecido, situado junto al actual Colegio Juan Caro, donde también dejó su impronta y cercanía.
