La U.D. Melilla logró este domingo el ascenso matemático a la Primera División RFEF, tras empatar a cero en el Anexo de Santo Domingo ante la A.D. Alcorcón B, en un choque igualado e intenso que se saldó con la gran alegría y el ansiado objetivo de los melillenses. Además, el conjunto que dirige Miguel Rivera se ha proclamado campeón de Liga del Grupo V de la Segunda RFEF, 24 años después de conseguirlo por última vez, cuando por entonces militaba en el Grupo IV de la por entonces Segunda B.
Los melillenses han conseguido además el tercer ascenso de su historia, el primero de Regional Preferente a Tercera División, cuando se denominaba Gimnástico Cabrerizas, en junio de 1976, con Antonio Casado como entrenador, y el segundo a la Segunda B, al término de la campaña 1986-1987, con José Víctor en el banquillo.
El Melilla ha completado así, pese a que aún quedan dos jornadas para que concluya el campeonato, una gran temporada, impecable y extraordinaria.
En cuanto al partido, el Melilla tuvo que sufrir, como lo ha hecho jornada a jornada, para conseguir el punto que necesitaba para proclamarse campeón y por tanto lograr el ascenso directo.
Así, el primer tiempo fue de gran intensidad, entre dos equipos necesitados de la victoria, con escasas ocasiones, aunque dos muy claras para cada equipo sobre un terreno de juego, de césped artificial, impracticable para el fútbol.
Los locales salieron con más ímpetu, aunque solo crearon peligro a balón parado. Así, en el minuto 3, tras un saque de falta ejecutada por la banda izquierda fue rematada por Berlanga fuera, por poco, y en el 6’, un centro del propio Berlanga fue rematado de cabeza por Piri, en una magnífica posición, pero el cuero se marchó por la línea de fondo.
El Melilla no conseguía sacudirse la presión rival y los madrileños perdonaron una gran ocasión en el minuto 8, también a balón parado, el cuero le llegó a Yago Paredes, tras anticiparse al último defensor melillense, y solo ante Salcedo disparó fuera, con todo a su favor.
Fue entonces, cuando la U.D. Melilla reaccionó y suyo fue el control del juego hasta el descanso, además de crear gran peligro ante el meta local, ya que una incursión de Fran Núñez, en el minuto 25, pudo significar el primer tanto del encuentro. El jugador canario centró desde la banda derecha, José Enrique remató de cabeza al larguero, el rechace lo recogió Dani García en la boca de gol y éste también estrelló el balón en el larguero.
Y la última gran ocasión de la primera mitad fue también del Melilla, en el 30’. Fran Núñez se preparaba para el uno a uno ante el portero madrileño, con tan mala suerte que el balón se le quedó atrás, aunque logró pasáserlo a Dani García, que remató colocado, pero de nuevo lo estrelló en el travesaño.
En la reanudación, apenas ocurrieron cosas sobre el terreno de juego, sin ocasiones claras, pero el Melilla controló el tempus del encuentro y el meta Salcedo no tuvo que intervenir en ninguna oportunidad comprometida.
Por su parte, el Alcorcón B parecía conformarse con el empate, pese a que está situado en zona de descenso y la defensa del Melilla no se sintió exigida, por lo que el tiempo fue pasando hasta que llegó el pitido final del colegiado malagueño, lo que desbordó la gran alegría de los jugadores, componentes del cuerpo técnico, directivos y aficionados melillenses desplazados, que arroparon en una jornada tan importante a su equipo para lograr un ascenso histórico.
Enhorabuena a la U.D. Melilla, gran campeón de Liga que ha logrado el ansiado ascenso para recuperar la categoría de bronce del fútbol español, denominada ahora Primera RFEF.
