La U.D. Melilla repite viejos errores con un empate (1-1) que sabe a derrota

La U.D. Melilla continúa sin encontrar el rumbo en este inicio de campeonato. Cinco jornadas después, el conjunto azulino solo suma una victoria y dos empates, por dos derrotas en contra. Además, el equipo melillense no termina de ofrecer esa imagen de solidez que se espera de un aspirante a la zona alta, mientras los rivales comienzan a distanciarse. La afición, todavía marcada por las dos últimas temporadas, empieza a mostrar signos de decepción ante un proyecto que, pese a contar con un punto más que a estas alturas del curso pasado, sigue sin transmitir la confianza necesaria.

El último tropiezo llegó este domingo en casa ante el Xerez C.D. (1-1), en un encuentro que el Melilla tenía prácticamente ganado. Los de Alberto Cifuentes mandaban en el marcador, jugaban con un hombre más por la expulsión de Ricky (81’) y su rival no daba sensación de peligro. Sin embargo, en el tiempo añadido, una acción a balón parado mal defendida permitió a Mati Castillo igualar el choque y dejar ‘helado’ al Álvarez Claro.

Polémica casi al decanso por un posible penalti

El partido arrancó con ritmo e intensidad, aunque con más respeto que ocasiones. El Melilla tomó la iniciativa desde el inicio y avisó en el minuto 2 con un cabezazo de Segura tras una falta lateral de Alvarito que se marchó fuera por poco.

El partido entró en una fase insulsa de juego, aunque el Xerez respondió en torno al minuto 25, aprovechando los espacios a la espalda de la defensa azulina. Charaf rozó el gol en una acción que Pelón desvió providencialmente, aunque Dago replicó en el 27’ para los locales con un disparo ajustado al palo y, en la recta final llegó la jugada más controvertida: Abreu fue derribado dentro del área en una falta lateral, pero el colegiado, en una confusa interpretación con su asistente, anuló la acción por fuera de juego.

Golazo de Abdelah

Cifuentes movió el banquillo tras el descanso dando entrada a Muñiz por Quindimil, lesionado, y el Melilla salió decidido a por el triunfo. Abreu rozó el gol a balón parado, en el 47’, pero su disparo a placer lo despejó un defensor a córner, y en el minuto 56 llegó la recompensa. El canterano Abdelah recogió el balón en la frontal, recortó hacia dentro y soltó un misil directo a la escuadra: un auténtico golazo que hizo temblar el Álvarez Claro. El joven melillense celebró señalando una camiseta con el mensaje ‘Fuerza Armenteros’, en un gesto emotivo a su compañero gravemente lesionado hace dos jornadas.

A partir de ahí, el conjunto local controló el juego y apenas concedió espacios, anque Olmedo intervino con una gran parada ante un libre directo de Mati Castillo en el 71’, y la expulsión de Ricky en el 81’ parecía dejar el partido sentenciado.

Pero cuando el triunfo parecía asegurado, llegó el mazazo. En el tiempo añadido, una falta lanzada desde campo propio por la defensa jerezana acabó colándose en el área local. La zaga melillense no acertó a despejar y Mati Castillo aprovechó un rebote para firmar el empate ante la incredulidad general.

El resultado final dejó un sabor amargo. El Melilla había hecho lo más difícil, pero volvió a pagar caro su desconcierto defensivo en los minutos finales. El equipo muestra fases de buen juego y entrega, pero carece de la concentración y la contundencia necesarias para cerrar los partidos. La afición lo sabe, y aunque el torneo acaba de empezar, los ‘fantasmas’ del pasado vuelven a sobrevolar el Álvarez Claro.

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Antonio Calderay

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