Con una aflicción palpable en sus ojos ante el sombrío destino que le aguarda, la imagen de Nuestro Padre Jesús ante Pilatos ‘fluyó’ a costal por las principales arterias de la ciudad ante el asombro de numerosos melillenses
Desde la rotonda de Luis de Sotomayor ya se vislumbraba la enorme masa humana que se arremolinaba en los aledaños de la Plaza de Toros para conocer el veredicto final en aquella tarde de Lunes Santo.
Así pues, una vez abiertas las puertas rojas, ‘La Sentencia’ ya estaba escrita, y con la aflicción apoderándose de cada rincón de su cuerpo por el aciago destino que le espera, la imagen de Nuestro Padre Jesús ante Poncio Pilatos fluyó a paso de costal ante cientos de melillenses que, entre el llanto y el asombro, acompañaron al Señor de la Sentencia durante todo su itinerario alumbrando su camino con un fervor ardiente y sincero que se desprendían de sus pupilas.
Todo estaba coordinado y trabajado con el mismo amor que el Señor trajo al mundo: la llamada del capataz a los costaleros, el paso a costal haciendo ‘levitar’ el trono, las marchas procesionales interpretadas por la Agrupación Musical del Nazareno, la ‘Legión’ de nazarenos y mantillas ‘custodiando’ la procesión, y el aroma intenso del humo del incienso tratando de salir del botafumeiro para impregnar la noche melillense con amables olores de pasión.
La oración en la tribuna de la Avenida Juan Carlos I ante cientos de melillenses supuso el broche de oro a un Lunes Santo memorable.
Martes Santo
Este Martes Santo le toca el turno a Nuestro Padre Jesús El Humillado, que parte a las 20:30h de la Parroquia Castrense de la Inmaculada Concepción.
A las 21:15h entrará en carrera oficial en la Avenida Juan Carlos I, y a las 21:45h estará frente a la tribuna.
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ MANUEL GINER
