(Se levanta el telón. Sala roja de ira, pequeña y con toquilla. Los cuadros de la pared están torcidos porque están querellados entre sí. El botijo suda su agua porque anda querellado con el frigorífico que está blanco de indignación. En el centro de la sala, la señora Rita y Germán discuten).
GERMÁN: Yo me querello, porque su hija estuvo a punto de querellarse contra mí, precisamente el mismo día en que Vd. levantaba la querella contra su marido.
RITA: Eso se lo dirás a todas. Tú te querellas, porque yo te dije que levantaría una querella contra tu padre, si éste llevaba a efecto su querella contra el abuelo (Saca un pañuelo del bolsillo del delantal y se seca la nariz estrepitosamente).
GERMÁN: Eso es mentira, (sonríe). El abuelo se merecía la querella, porque Vd. recordará, que él mismo dijo, que no se querellaba contra su yerno, porque tenía una querella pendiente de resolver contra su sobrino de Vd. Por eso, pidió a su marido, que se querellara contra el suegro de su otra hija, ya que él, aún no había acabado la querella que tenía pendiente con el sobrino de su hermana.
RITA: ¿Eso dijo?
GERMÁN: Eso dijo. Y Vd. debe recordar sus propias palabras, cuando refiriéndose a la querella que tenía levantada contra su sobrina Leonor dijo: Si no fuera porque pienso querellarme contra el hermano de mi suegra, ahora mismo levantaba una querella contra tí.
RITA: (Gritando) ¡Embustero! No te aguanto esas mentiras y voy a levantar ahora mismo una querella contra ti para que aprendas.
GERMÁN: (Tranquilo y sonriente). Ahórrese Vd. el trabajo, pues yo, antes de venir por aquí, ya he levantado una querella contra Vd.
R ITA: (Furiosa). Pues yo la levantaré contra tu padre.
GERMÁN: Ayer mismo, precisamente se querelló contra el suyo. Y tenga Vd. en cuenta, que mi hermano, que acaba venir de Alemania, está dispuesto a querellarse contra el hijo de Vd. porque éste dijo que levantaría una querella contra su nuera.
RITA: (Echándose para adelante) A mi no me asusta tu hermano por muy alemán que sea. (amenazando) Y que se ande con ojos, sino quiere que me querelle contra su mujer, porque sé de buena tinta, que anda diciendo por ahí, que el día menos pensado se querella contra mi Paco, por razones que no están escritas en los Papeles.
GERMÁN: Papeles los que tiene Vd. sin pagar. Que tiene Vd. más letras que un diccionario repetido. Con razón se dice, que el banco piensa querellarse contra su hijo, porque aún no ha pagado el préstamo que pidió, para pagar los gastos que le ocasionó la querella que tuvo contra la tienda donde compró el televisor.
RITA: (Furiosa, arremete contra Germán y le coge de la solapa) ¿Y tú qué?… ¿Eh?… Que aún debes la cama de matrimonio, porque el último plazo lo tuviste que emplear en hacer frente al papeleo que te ocasionó la querella que te puso tu tío.
GERMÁN: (Estirándose la solapa). Si no hubiera sido por defender a su nieto, yo no me hubiese querellado.
RITA: (Suelta una carcajada). ¡Otra! Cuéntame otra que esa no vale. Tú te
querellaste contra mi nieto, porque éste estaba dispuesto a levantar una querella contra ti, porque tu habías dicho que te ibas a querellar contra su hermana…
(Entra el niño pequeño gritando:)
NIÑO: ¡Mamá!… ¡Mamá!… La abuelita se ha querellado con la bombona del
butano porque tiene floja la llave. . . (CAE EL TELÓN RÁPIDO CON UNA EXPLOSIÓN)
Buenos diasy Buena suerte
