Lo ha dicho Javier Maroto, dirigente del Partido Popular: “En el PP hace falta una purga”. Y yo creo que debe ser como la “Purga de Benito”, la que sus efectos se notan al momento, “…Para que se lleve a quien se lleve”, como dice Maroto, igualmente si eso incluía a la “Jefa”, ex-Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y “la lideresa”, Presidenta del PP de Madrid, …
…Esperanza Aguirre, recalcando que quien debe caer es quien haya hecho algo “irregular o ilegal”. Por cierto, hoy 14 de febrero de 2016, como aviso a navegantes, acaba de dimitir la señora Aguirre del cargo de secretaria general del PP de Madrid. Alguien muy mal pensado puede creer que esa dimisión ha sido como una sonriente “peineta” hacia su jefe, como diciéndole: “Mariano, no seas tonto y sígueme”. Aunque a la señora Rita Barberá, por si ya estaba aforada ahora, en caso de que se celebren unas nuevas Elecciones, con otra vueltecita de tuerca, “triquiñuelamente”, la han re-a-fo-ra-do en el Senado. Dicen que es para que no se convierta en “Rita la Cantaora”, con su “caloret” incluido, que la gran mayoría de españoles, en particular los valencianos, estamos deseando escuchar, con su voz de “bajo-barítono”, como “Wotan”, rey de los dioses, en “El Anillo del Nibelungo”, del antisemita Wagner.
También hay quien dice, que Rajoy, ignorando que políticamente está acabado, es por las lindezas: “¡Te quiero, coño!”, “Luís se fuerte”, “Rita, eres la mejor”, y otras loas que lanzaba a sus compañeros, debiera cerrar el “chiringuito”, y tirar la llave donde vayan a parar los restos de la “Purga de Benito”, y luego se reincorpore a su plaza de Registrador de la Propiedad; porque así, el hombre, vivirá más tranquilo, ganará más, y no tendrá esos sobresaltos a que lo tienen acostumbrado; y hasta se le quitará el tic de su ojo izquierdo. El papel de “don Tancredo” viendo pasar, y sortear al “toro” del nepotismo, que no ilustrado, sino chabacano y barriobajero, que ha llenado de mierda, si no todo, si una gran parte de su partido, ya no puede seguir interpretándolo por más tiempo. Luego, que la gente honrada de su partido, que los habrá a miles, formen uno nuevo; claro que eso sería, si se lo permiten, con la aquiescencia de la gran oligarquía, amos y señores del jurdó.