Suena a Circo, pero no es de la Ciudad Eterna. Los pulgares arriba o abajo se han sustituido por un índice, corazón y anular, según se aprueben mociones o proposiciones de Ley, o se den a las mismas un no o ni lo uno ni lo otro. Allí engatusaban además con pan, aquí se pide trigo. Siempre el Protocolo sirve para algo y naciendo de la costumbre se aplica sentido común y tiene en la convivencia la manera de funcionar. Mari Cielo Batet, presidenta del Congreso, quiero pensar que ni siquiera ha oído a los servicios de Protocolo de la Cámara cuando ha tomado la decisión de abrir la puerta de los leones en una fría mañana de un 6 de Diciembre madrileño sin la presencia de S.M. el Rey. Traspasar la principal puerta del Palacio de la Carrera de San Jerónimo se reserva exclusivamente a los Monarcas, principales autoridades en la Apertura de la Legislatura presididas por el Rey, o cuando se abre una capilla ardiente de un expresidente, y en las Jornadas de Puertas Abiertas. Sin embargo, no se hace para la conmemoración de la Constitución, en la que no participa el Monarca. Pero rememorando a lo que pintaba Goya, la Señora Batet se ha saltado a la garrocha el protocolo. ¡Literal!. Según fuentes de la Cámara si que lo habló con los servicios correspondientes, pero parece que omitió la apertura de la puerta y sólo dijo que se haría en el exterior. Al Rey, Felipe VI, se le intenta apartar, ya ocurrió en 2.018 en el Palacio de Oriente, cuando se colocó Pedro Sánchez junto a su mujer, Begoña Gómez, junto a los Monarcas para saludar a los invitados y tuvo que ser advertido por el personal de Protocolo de Zarzuela. Otro suceso tuvo lugar en la reapertura de la frontera hispano portuguesa, donde el jefe del Ejecutivo tuvo que ser recolocado por Su Majestad al ponerse en el centro junto al presidente de Portugal. Ya lo dice Dios, los últimos serán los primeros.