El Gobierno ha admitido en una respuesta parlamentaria en el Congreso que la presión migratoria sobre Ceuta y Melilla “se ha venido recrudeciendo en los últimos tiempos con saltos masivos y coordinados que han colocado al límite de sus posibilidades a los centros de acogida de las dos ciudades”. Ante esta situación, explica que se están tomando diversas medidas que incluyen el reforzamiento del perímetro fronterizo, el despliegue de efectivos policiales adicionales, así como el estudio y diseño de propuestas de colaboración con diversos países africanos origen y tránsito de la emigración irregular.
También recuerda que el ministro del Interior ha mantenido varias reuniones con la comisaria europea, Cecilia Malmström, “con objeto de recabar apoyos para hacer frente a esta situación de excepcionalidad”.
