La rutina habitual de cualquier mañana en el centro de la ciudad se vio ayer totalmente rota por un falso artefacto explosivo que estaba tirado en el suelo junto a una puerta lateral del Teatro Kursaal. Un viandante que pasaba por la calle sobre las 10.30 horas fue quien alertó inmediatamente a los servicios de seguridad del teatro de la presencia de un objeto sospechoso, que parecía estar formado por tres barras de dinamita con unos cables y un móvil adosado con cinta aislante.
La Policía Nacional se personó inmediatamente y organizó un amplio despliegue formado por agentes de varias unidades, entre ellas el TEDAX, especializado en la desactivación de explosivos. Mientras algunos efectivos acordonaban la zona y revisaban las papeleras y contenedores cercanos al teatro, los agentes del TEDAX analizaban el objeto.
Al cabo de unos minutos, concluyeron que se trataba de una «falsa alarma» y levantaron el cordón policial. No obstante, la Policía procedió al visionado de las cámaras de seguridad del Teatro Kursaal para intentar identificar al individuo que pudiera haber dejado abandonada la falsa bomba, hecho que causó un importante sobresalto, máxime en un momento como el actual, en el que España mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista.
«Esto es un delito»
Minutos después del suceso, la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, dijo a preguntas de los periodistas que el suceso había sudo «un sobresalto», provocando «un momento de angustia» tras detectar este «objeto sospechoso». Aunque «afortunadamente se trató de una falsa alarma», anunció que se había abierto una investigación para tratar de identificar al autor los hechos. Para ello, se emplearán las grabaciones de las cámaras que hay colocadas «a lo largo y ancho» del teatro.
También lamentó que «haya personas que se hayan molestado en hacer este tipo de acciones, que es un delito por todo lo que ha conllevado», además de que «se ha molestado en intentar que pareciera real montando un dispositivo» que ha producido «cierto temor».