Los melillenses verán dentro de poco a la Policía Local patrullar sobre dos segway, vehículos de transporte ligero que funcionan con electricidad y van a dos ruedas. Esta especie de monopatines se habían utilizado hasta ahora en nuestra ciudad para determinadas labores de vigilancia privada, pero nunca en la Policía Local, a pesar de que su uso ya está extendido por numerosas ciudades e instalaciones públicas como los grandes aeropuertos. Fuentes de la Consejería de Seguridad Ciudadana han informado a MELILLA HOY de que cada uno cuesta entre 6.000 y 9.000 euros, y los utilizarán los agentes destinados a patrullar zonas peatonales que hasta ahora se cubrían con agentes a pie, como el Paseo Marítimo o la Plaza Multifuncional, por ejemplo. Desde la consejería apuntan la efectividad de este nuevo sistema, que permitirá a la Policía Local ganar en efectividad y comodidad por la mayor rapidez con la que podrán realizar las patrullas de vigilancia.
Para utilizar los segway no es necesario obtener ningún permiso especial, si bien los agentes están practicando ya con ellos para dominar su uso antes de empezar a usarlos.
No es la única inversión que ha realizado la Consejería de Seguridad Ciudadana para mejorar las condiciones de trabajo de la Policía Local. También se han adquirido 20 chalecos antibalas, modernos y ligeros, cada uno de los cuales ha supuesto una inversión de 700 euros.
Este departamento llevaba meses esperando los chalecos, que fueron adquiridos hace bastante tiempo, pero no habían llegado hasta esta semana debido a la enorme demanda que hay de estos elementos de seguridad tras lo ocurrido en noviembre del año pasado, cuando una policía nacional murió por el disparo recibido en el atraco a una sucursal bancaria.
La intención de la Consejería de Seguridad Ciudadana es ir adquiriendo nuevos chalecos hasta conseguir que cada policía tenga el suyo propio. Mientras tanto, estos 20 que ya están en Melilla se irán rotando entre agentes que estén operativos en los servicios de calle.
La Policía Local no tenía chalecos antibalas, salvo unos muy antiguos, de hace ya bastantes años, que eran prácticamente inoperativos por su gran peso.
