Hace pocos días veíamos con indignación y dolor cómo la población musulmana de la franja de Gaza era masacrada sin piedad por el ejército israelí. Veíamos cómo niños, ancianos y mujeres inocentes caían bajo las bombas inmisericordes y terroristas de los aviones israelíes y cómo la reacción humana y solidaria de CpM y de muchas otras organizaciones se manifestaron en pro de las víctimas de aquella región palestina. Unos decían que Melilla no debía de inmiscuirse en asuntos que sucedieran fuera de la ciudad, pero el resultado popular fue bien diferente.
Sin embargo, en nuestros días, el terrorismo wahabita de Irak no está siendo menos agradecido con las mujeres, hombres y niños cristianos kurdos que son la población mayoritaria existente en el norte de este país. Es, sin duda alguna, la otra cara de la moneda, pues ante esa otra cara, el material de la que ha sido hecho el otro cuño, debe de ser rechazado de la misma manera. Se debe de actuar con la misma determinación y contundencia, porque la comunidad islámica, sea de Melilla o de otro lugar, como cualquier otra comunidad religiosa, política, ciudadana o social, ya no debe de luchar con las mismas armas que utiliza Occidente en los campos de batalla. Las armas de fuego que el hombre ha inventado son demasiado peligrosas para obtener cualquier victoria… Hoy hasta los vencedores son perdedores por el solo hecho de luchar… Hoy hay que utilizar como arma los mismos valores humanos de los que hacemos gala y postal, tanto los unos como los otros. Estamos en un mundo donde las guerras han de librarse con valores y no con armas, si de verdad queremos obtener alguna victoria real.
Por todo lo dicho, creo que lo más honroso y responsable sería responder a la barbarie wahabita en Irak igual que se respondió a la barbarie judía y sobre todo, responder bajo la unidad de la sociedad melillense, porque sería la primera vez que en España los musulmanes condenasen de forma unánime en la calle junto a cristianos y hebreos la violencia que se escapa de la guerra.
Pensemos que las guerras siempre han existido, existen y existirán, pero la guerra tiene unas leyes y cada día que pasa veo que esas leyes se sobrepasan sobremanera. Por lo que estamos asociando, queriendo o sin querer, los conceptos de guerra a genocidio y eso no lo podemos tolerar.
Con una manifestación en pro de los cristianos kurdos y de los musulmanes palestinos no vamos a solucionar el problema en Gaza o en el Norte de Irak, pero sí vamos a solucionar otro problema sin darnos cuenta, y es que estaremos haciendo sin querer que ese disparate sea más y más difícil que algún día llegue a suceder aquí.