La delegación melillense de la ONG de Intervención, Ayuda y Emergencia (IAE) ha tenido que esperar diez años hasta poder contar finalmente con una sede, que se inauguró ayer. Los locales, situados en el 23 de la calle Villamil (Paseo Marítimo), posibilitarán al equipo multidiciplinar de melillenses voluntarios de la entidad, poder incidir en las acciones de formación, al tiempo que abrirse para acoger el desarrollo de charlas y cursos e incluso la incorporación, como buscan, de nuevas acciones como podría ser en un futuro el programa de caninoterapia. La inauguración contó con la presencia de distintas autoridades locales. Según indicó a este Diario José Ángel González Fernández, responsable de la delegación melillense de IAE, la Ciudad Autónoma es la que ha hecho posible que dispongan de una sede propia, cediéndoles los locales que ocupara en su momento el Orfeón Melillense Padre Victoria. La administración local viene de esta forma a reconocer los diez años de trayectoria de esta entidad y el trabajo que realizan, tanto a nivel local, como participando activamente en operaciones de rescate y emergencia en distintos lugares del mundo, como ocurrió con el terremoto de Nepal. "Estamos siempre dispuestos para salir, para acudir allá donde sea necesario", dijo.
Local
Las gestiones para disponer de este local se iniciaron con el entonces presidente de Emvismesa, Javier Lence, que entendió que "era bueno para la ciudad que contáramos con una sede propia en la que poder atender a nuestros socios, a los melillenses en general, contar con un espacio de almacén y de aulas para nuestras actividades de formación". Disponer de un espacio propio de trabajo redundará en una mejor preparación de los voluntarios y, por ende, en un beneficio para la sociedad. La entidad podrá ampliar la formación de los voluntarios, impartir charlas e incluso barajan poder incorporar un programa de caninoterapia, aunque para ello precisarían de perros entrenados para estos fines.
José Ángel González explicó que el IAE es una asociación de personas voluntarias que dan forma a un grupo especial de localización y rescate. En cuanto a la organización, se divide en un equipo canino para la localización de víctimas bajo escombros (tras terremotos o derrumbes), y en el equipo humano multidisciplinar que se encarga de las labores sanitarias y de rescate físico. En estos momentos el grupo lo componen quince personas y aclaró el responsable que no son bomberos, sino que participan maestros, sanitarios o funcionarios, pero a los que les gusta poder ser útil en momentos de emergencia. Indicó que aunque la mayoría de las personas que integran el grupo son hombres, cada vez son más las mujeres que se suman, y dejó de manifiesto que en el trabajo sobre el terreno, el sexo del compañero es lo de menos, sino que es un hombro más con el que aunar fuerzas.
Todas las semanas realizan distintos entrenamientos para adquirir nuevas destrezas con las que mejorar los tiempos de reacción. En estos ejercicios participan tanto el equipo canino como el humano encargado de las maniobras de rescate. Después, cada mes y medio "hacemos una práctica de 12 horas seguidas, en la que se realiza un micro simulacro sobre distintas situaciones que nos encontramos en operaciones reales, como rescates vertical y subterráneo, todo ello lo más completo y real posible para estar lo mejor preparados", relató.
La predisposición del grupo de IAE en Melilla a participar no es retórica, como bien dejó de manifiesto su portavoz, y es que en el terremoto del lunes, "apenas diez minutos después ya estábamos coordinados con Seguridad Ciudadana por si era necesaria nuestra ayuda o si no, marcharnos a Alhucemas donde las primeras informaciones hablaban de grandes daños". Afortunadamente no fue necesario que intervinieran. En este punto, José Ángel González manifestó que frente a un terremoto, "lo que primero que hay que hacer es controlar la alarma social, y sobre todo, no dejarse llevar por los bulos que no traen nada bueno. La gente debe mantener la calma y seguir los protocolos establecidos".
Ahora lo que toca es disfrutar de una sede que han acondicionado con sus propias manos, motivo por el que sentirse orgullosos, y que les permitirá ampliar su oferta de actividades. Por último añadió que además de acudir a la sede, las personas interesadas en contactar con ellos pueden llamar a los teléfonos (34) 687 984 426 / (34) 650 987 684, visitando la web www.ongiae.es, o incluso a través de Facebook.
El apoyo de la Ciudad Autónoma
El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, dijo estar muy satisfecho por haber colaborado con el IAE , una ONG "que se dedica a un fin tan importante como intervenir en situaciones de emergencia". Señaló que la Ciudad Autónoma también colabora con la entidad facilitando el entrenamiento de la unidad canina, para lo que se les ha cedido un terreno cercano al centro de la Purísima para el entrenamiento. Afirmó que es un paso adelante que la entidad disponga de una sede propia, tanto para los socios como para la sociedad en general, porque "permite a personas abnegadas que se preparan duramente para poder responder cuando llegue una situación de riesgo, y eso es algo de agradecer", dijo. Por todo ello, el de ayer fue "un día para felicitarlos a ellos, a nosotros por haber colaborado y para los melillenses por contar con estos voluntarios que intervendrán en todos los sitios del mundo donde se les necesite".
