El vicario episcopal, Eduardo Resa, bendijo el Nacimiento, donde alumnos del Conservatorio tocaron y cantaron villancicos
El Foso del Hornabeque vuelve a acoger este año en su interior el Belén monumental con el que Melilla celebra tradicionalmente la Navidad, después de que el año pasado, debido a la situación de la pandemia, se decidiera dejarlo fuera de las murallas.
Al caer la noche, las autoridades de Melilla inauguraron el Belén ante la presencia de muchas familias melillenses, que esperaron pacientemente su turno de entrada para evitar aglomeraciones dentro del foso.
Uno de los momentos más emotivos de la inauguración fue cuando un grupo de alumnos del Grupo Joven del Conservatorio de Melilla pusieron la nota musical tocando y cantando villancicos junto al Nacimiento, instalado en la parte alta del Foso del Hornabeque.
En ese mismo lugar, el vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, dio la enhorabuena a los responsables de haber instalado el Belén y lo bendijo después de leer una carta escrita dos años antes por el Papa Francisco sobre esta tradición navideña.
La consejera de Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño, recordó que la inauguración del Belén estaba prevista para el pasado jueves, si bien el temporal de viento que ha azotado a Melilla en los últimos días obligó a posponerlo ayer. Ello, precisamente, ha conllevado un mayor esfuerzo para el montaje del Belén, “trabajado con mucho cariño” y que se ha renovado parcialmente parte de la ornamentación.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, recordó que es necesario utilizar las mascarillas en la visita al Belén debido a la pandemia y pidió precaución a toda la población ante la subida de casos para poder empezar el próximo año con mejores datos en la situación epidemiológica.
